TEXTOS QUE LE ESCRIBÍ.

El sol al derretirse.

El sol al derretirse en el horizonte,
pinta el cielo con tonos de oro y carmín,
marcando el final de un día que se despide,
y el comienzo de otro lleno de promesas y sueños.

En ese momento mágico del crepúsculo,
mi corazón late con fuerza, recordando tu sonrisa,
como el sol que se funde en el mar,
me derrito en tus brazos, en tu amor sin fin.

Cada atardecer es un suspiro,
una pausa en el tiempo que nos invita a reflexionar,
sobre los momentos compartidos, las risas y los besos,
que nos acercan más con cada puesta de sol.

El día termina, pero nuestro amor renace,
como el primer rayo de luz al amanecer,
tus ojos brillan en la penumbra,
y yo me rindo, me derrito, en el calor de tu mirada.

El sol se despide, pero mi deseo permanece,
firme y constante, como las estrellas que emergen,
tu amor es mi guía en la oscuridad,
y juntos esperamos el nuevo día, un nuevo comienzo.

Así como el sol al derretirse trae la noche,
nuestro amor atraviesa el tiempo, eterno y verdadero,
cada atardecer es un recordatorio,
de que me derrito por ti, y siempre lo haré.