Narcissa

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Narcissa Black, 1967




A penas me comencé a cambiar cuando entró mi madre radiante de alegría, con el sombrero puesto y un chal sobre los hombros, y así como estaba, en enaguas y corsé, salí a recibirla.

"¿Ya estás levantada, niña? ¡Qué buena chica!" me dice alegre, besando mi frente.

"¿Habías salido?".

"Vístete pronto... Tenemos que ir a ver a la prima Ina... ¡Le tenemos que llevar un regalo!".

"Pero ¿por qué? ¿No está mejor?", pobre prima Ina, tantos meses enferma.

"¡Figúrate que anoche estuvo la cigüeña en su casa y le ha traído un niño!".

"¡Un niño! ¡Cuánto me alegro! ¿Y esa era la causa de su enfermedad?".

"¡Un niño hermosísimo!" me dice en su mundo, sacando mis vestidos, no satisfecha con ninguno de los del armario.

"¡He de ir a verlo, madre! Una niña y dos chicos...".

"Pero ¡y qué chicos! Siempre fue una poderosa bruja... Mañana hará dos años que, con sus galas de novia, subió al altar...".

"¿Estabas ahí cuando llegó la cigüeña?" le preguntó antes de que se ponga sensible.

"Acababa de marcharse. Hazme el favor y pruébate este vestido nuevo, los tuyos son muy cortos".

"¿Por qué no llegaste un momento antes?" protesto.

"Creo que ha traído algo para ti... Me figuro que un broche" me dice riendo.

"¡Ya tengo broches bastantes! Quiero verla...".

"Debieras estar contenta, niña. ¿Qué más quieres?".

"Quisiera saber si la cigüeña entró volando por la ventana, o si vino por la chimenea" se ríe tapándose la boca.

"Eso pregúntaselo a Ina, corazón mío. Ina ha estado hablando con ella durante media hora".

"Ya se lo preguntaré ahora cuando la vea".

"No lo olvides. A mí también me interesa saber si vino por la ventana o por la chimenea" dice riendo.

"¿O no es preferible que se lo pregunte al deshollinador? El deshollinador debe estar mejor enterado de si entró por la chimenea".

"¡No se lo preguntes al deshollinador! ¡Al deshollinador no! ¡Qué sabe él de la cigüeña!" me dice nerviosa, y ahora soy yo la que aguanta la risa. "Te contará historias necias, en las que él mismo no cree... ¡Asustar así a tu madre! Ponte el vestido... ¡Y no te extrañes si de pronto un día te viene el juicio! Ya he renunciado a la esperanza de que lo tengas".

"Madre, tengo dos hermanas mayores, he escuchado cosas, y no soy tan inocente como quieres hacerme ver con flores en el pelo... Pero no sé cómo ocurre. ¡No te enfades! ¿A quién en el mundo, si no, habría de preguntárselo? Te lo pido por favor, madre, dímelo ahora...".

"Por Morgana, niña, qué rarezas, qué cosas se te ocurren..." me responde muy sonrojada.

"No me regañes porque te pregunte una cosa así. Explícame cómo ocurre... cómo sucede eso. ¡No pretenderás enserio que a mis doce años crea aún en la cigüeña? No, no puedo. ¡De veras que no!".

"Anda, muchacha, ve a vestirte".

"Voy... Pero ¿y si tu hija busca al deshollinador y se lo pregunta?".

Historias de la Familia Black (Marauders)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora