Tae siguió a Jungkook por el oscuro bosque hasta llegar a dónde estaba,tratando de alcanzarlo.
-Jungkook, lo siento de verdad -dijo Tae, acercándose con cautela.
Jungkook dio un par de pasos hacia atrás, mirando fijamente a Tae.
-Solo aléjate, Tae, o no respondo de lo que pueda hacer -advirtió Jungkook con voz tensa y fría.
-Por favor, perdóname. Solo quería ayudarte, lo juro -rogó Tae, con los ojos llenos de pesar.
Un destello de furia cruzó el rostro de Jungkook, su mandíbula apretada con fuerza.
-Los humanos siempre piden perdón demasiado tarde, cuando el daño ya está hecho -masculló Jungkook con amargura.
-No puedes seguir así, Jungkook -dijo Tae con voz entrecortada, combinando tristeza y determinación-. Te estás lastimando a ti mismo y a quienes te rodean.
-Ustedes son los que me lastiman, y nunca les ha importado -respondió Jungkook con voz ronca, llena de resentimiento.
-Jungk...
Antes de que Tae pudiera decir algo más, Jungkook lo interrumpió bruscamente.
-No digas nada más, tus palabras vacías no significan nada. El daño ya está hecho, y ten por seguro que el día que no te quites de mi camino será un error que lamentarás. y escúchame muy bien, maldito el día que no te mate y confíe en ti.
Con esas palabras, Jungkook se alejó rápidamente, dejando a Tae con el corazón lleno de dolor y el alma herida, deseando que las cosas pudieran ser diferentes.
El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, bañando el cielo con tonos de naranja y púrpura. Jungkook, caminaba lentamente por el sendero del bosque. Su corazón pesaba más que nunca después de la intensa conversación que acababa de tener con Taehyung.El encuentro con Taehyung había sido devastador. Las palabras del que era su compañero resonaban en su mente, golpeando una y otra vez como martillos implacables.
–No puedes seguir así, Jungkook -había dicho Taehyung con una mezcla de tristeza y firmeza-. Te estás destruyendo a ti mismo y a todos los que te rodean
Jungkook había intentado defenderse, justificar sus acciones, pero las lágrimas en los ojos de Taehyung lo habían desarmado. Había visto el dolor y la desesperación en su mirada, y eso lo había hecho cuestionarse todo.
Ahora, mientras se adentraba más en el bosque, lejos de la civilización y de aquellos que lo conocían, Jungkook sentía cómo una tormenta de emociones se desataba dentro de él. Su mente era un torbellino de pensamientos contradictorios y su pecho parecía a punto de estallar.
-¿Qué estoy haciendo con mi vida?, -se preguntaba una y otra vez en voz alta.
La imagen de Taehyung, desolado y con los ojos llenos de lágrimas, no dejaba de perseguirlo. Recordó sus momentos juntos, las risas compartidas, las promesas hechas en noches de camaradería. Pero también recordó las discusiones, las decepciones y el dolor que había causado.
ESTÁS LEYENDO
No Abrir la puerta
HorrorEn un laboratorio oculto bajo capas de secreto gubernamental y seguridad impenetrable, nació una creación que desafía la comprensión humana. Jungkook, un ser moldeado desde el inicio de su existencia con una mezcla de ciencia avanzada y un oscuro pr...