No Abrir la puerta

Capitulo 24

Jungkook, sintiendo la adrenalina y la furia correr por sus venas, decide que es hora de liberar todo su poder. Sabe que los soldados no se detendrán y que el único camino hacia la justicia es a través de la destrucción total de sus enemigos. Con un rugido que resuena en las profundidades de la cueva, activa su habilidad de camuflaje, la misma que una vez usó para escapar de la instalación de los científicos.

Su cuerpo comienza a desvanecerse, fusionándose con el entorno de la cueva hasta volverse casi completamente invisible. Los soldados, confusos y asustados, buscan frenéticamente a su alrededor, sin saber dónde atacará Jungkook a continuación.

-¡Estén atentos!- grita el General, tratando de mantener el control. -¡No lo dejen escapar!

Pero es demasiado tarde. Jungkook se mueve con una velocidad y precisión sobrenaturales, atacando desde las sombras. Uno a uno, los soldados caen, incapaces de defenderse contra un enemigo que no pueden ver. El sonido de huesos rompiéndose y gritos de dolor llena la cueva, mientras Jungkook desata su furia contenida.

El gobernador Kim y Taehyung observan con horror el caos que se desarrolla ante ellos. Los ojos del gobernador están llenos de desesperación y arrepentimiento, mientras que Taehyung se siente impotente, sabiendo que no puede detener a su antiguo amigo.

-¡Jungkook, basta!- grita Taehyung, su voz llena de angustia. -¡No tienes que hacer esto!

Pero Jungkook está más allá de las palabras. Su único objetivo es eliminar a todos los que están en su camino. Con cada soldado que cae, su determinación se fortalece.

Finalmente, solo quedan unos pocos soldados, y el General, herido y agotado, se da cuenta de que la batalla está perdida. Con una mirada de desesperación, intenta una última súplica.

-Por favor...- murmura el General, su voz temblorosa. -No más sangre...

Jungkook se materializa frente a él, sus ojos brillando con una intensidad inhumana.

-La sangre ya está derramada,- dice con voz fría. -Y aún no he terminado.

Con un movimiento rápido y letal, Jungkook derriba al General, dejándolo inconsciente. Luego, se vuelve hacia el gobernador Kim y Taehyung, quienes están paralizados por el miedo y la desesperación.

-Ahora,- dice Jungkook, caminando lentamente hacia ellos, -es el momento de pagar por todo.

El gobernador Kim, sabiendo que no tiene escapatoria, levanta la mirada hacia Jungkook, sus ojos llenos de lágrimas.

-Lo siento, Jungkook... Nunca quise que llegaras a esto...

Jungkook lo mira con una mezcla de desprecio y tristeza.

-Tus disculpas no cambiarán lo que soy, ni devolverán lo que me quitaste.

Con un movimiento rápido, desata a Taehyung y lo empuja hacia su padre.

-Vas a ver cómo termina esto,- dice, su voz cargada de una furia contenida. -Y luego, el mundo sabrá la verdad sobre ti.

De repente, el ruido de más helicópteros y vehículos militares se hace audible desde el exterior de la cueva. Refuerzos han llegado, y Jungkook sabe que debe actuar rápido.

-Esto no ha terminado,- dice Jungkook, mirando a Taehyung con una mezcla de dolor y determinación. -Pero por ahora, te dejaré vivir. Necesito que seas testigo de lo que tu padre ha hecho.

Antes de que los refuerzos puedan llegar a la cueva, Jungkook se desvanece una vez más en el camuflaje, desapareciendo en las sombras. Sabe que la lucha continuará, pero por ahora, ha enviado un mensaje claro: no se detendrá hasta que se haga justicia.