No Abrir la puerta

Capitulo 26

Taehyung, desde su cama en el hospital, reflexionaba sobre la situación. Había creído que Jungkook podría llegar a comprender su posición, pero se dio cuenta de la astucia y determinación del enemigo. Sabía que no podía permitirse ser ingenuo; debía recuperarse rápidamente para ayudar a su padre a poner fin al conflicto y evitar que siguiera corriendo más sangre en la ciudad.

Mientras tanto, Jungkook trabajaba incansablemente en la creación de varios artefactos. Uno de ellos estaba diseñado para la localización, permitiéndole rastrear los movimientos de las fuerzas del gobernador Kim. Otros artefactos estaban destinados a interferir en las comunicaciones de los militares, proporcionándole una valiosa información sobre sus estrategias y movimientos.

Con cada pieza ensamblada, Jungkook sentía cómo su confianza aumentaba. Sabía que estaba preparando el terreno para el enfrentamiento final con el gobernador Kim y sus fuerzas. Su mente maquinaba planes y estrategias, anticipando cada movimiento de sus adversarios y buscando la manera de superarlos.

Mientras tanto, en el hospital, Taehyung recibió la visita de un grupo de médicos y enfermeras que lo ayudaban en su recuperación. A pesar de su debilidad, su determinación era inquebrantable. "Debo recuperarme lo antes posible", pensaba para sí mismo. "No puedo quedarme de brazos cruzados mientras mi padre y mi ciudad están en peligro".

Con Decisión, Taehyung comenzó a trabajar en su recuperación, siguiendo al pie de la letra las indicaciones de los profesionales de la salud. Cada ejercicio, cada terapia, estaba enfocado en fortalecer su cuerpo y acelerar su regreso a la plena forma física.

Mientras tanto, fuera del hospital, la noche cubría la ciudad con su manto oscuro. Jungkook continuaba con su labor, finalizando la creación de sus artefactos y preparándose para el próximo enfrentamiento. El gobernador Kim, por su parte, coordinaba las operaciones militares, consciente de que el momento decisivo se acercaba rápidamente.

En lo más profundo de la noche, las fuerzas de ambos bandos se preparaban para el choque final que determinaría el destino de todos los involucrados. La tensión en el aire era palpable, y el reloj seguía su marcha inexorable hacia el momento crucial en el que se decidiría el resultado de la confrontación entre el gobernador Kim y Jungkook, la bestia que había desatado el caos en la ciudad.

La ciudad estaba envuelta en un silencio tenso mientras la noche avanzaba. En el hospital, Taehyung continuaba con su proceso de recuperación, fortaleciendo su cuerpo y su mente para lo que estaba por venir. Sabía que era crucial estar en plenas condiciones para ayudar a su padre en la batalla contra Jungkook y poner fin al conflicto que había sumido a la ciudad en el caos.

Mientras tanto, en su escondite secreto, Jungkook había finalizado la creación de sus artefactos tecnológicos. Con precisión, activó el dispositivo de localización y comenzó a monitorear los movimientos de las fuerzas del gobernador Kim. Al mismo tiempo, inició la interferencia en las comunicaciones militares, obteniendo información valiosa sobre los planes de sus enemigos.

Con cada minuto que pasaba, la tensión crecía en la ciudad. El gobernador Kim, consciente de los movimientos de Jungkook, coordinaba las operaciones militares con precisión y osadía. Las fuerzas especiales estaban listas para el enfrentamiento final, preparadas para poner fin de una vez por todas a la amenaza que representaba Jungkook.

En el centro de mando móvil, Kim observaba los monitores con una mirada seria y concentrada.

-Es hora,- declaró en voz baja pero firme. -Preparémonos para el asalto.

Las fuerzas del gobernador se movilizaron en silencio, avanzando hacia el lugar donde se encontraba Jungkook. La ciudad estaba envuelta en una atmósfera cargada de electricidad, como si estuviera a punto de estallar en cualquier momento.