Capitulo 22

483 65 9
                                    

Jungkook y Taehyung avanzan a través del espeso bosque, sus pasos amortiguados por la vegetación. Finalmente llegan a una cascada oculta, su rugido ensordecedor disimulando cualquier sonido que hagan. Detrás de la cortina de agua, hay una cueva apenas visible, un escondite perfecto.

-Aquí estaremos a salvo temporalmente,- dice Jungkook, empujando a Taehyung dentro.

Taehyung, debilitado y asustado, sigue sin ofrecer resistencia. Jungkook lo empuja contra una roca y lo amarra firmemente. Luego, saca un cuchillo y se inclina sobre él. Taehyung siente un nudo en el estómago, sabiendo que algo terrible está por suceder.

-Jungkook, por favor...- empieza, pero su voz se apaga cuando ve la determinación fría en los ojos de su captor.

-Tu padre debe entender que hablo en serio,- murmura Jungkook antes de hacer un corte rápido y preciso, separando el dedo de Taehyung de su mano.

El grito de Taehyung resuena en la cueva, pero el sonido de la cascada lo amortigua hacia el exterior. Jungkook envuelve el dedo en un paño y se asegura de que las ataduras de Taehyung sean seguras antes de salir de la cueva.

-No intentes escapar, Taehyung. Esto es solo el comienzo,- dice Jungkook antes de desaparecer en la oscuridad.

La noche cae sobre el bosque, cubriendo todo con un manto de sombras. Jungkook se mueve con la agilidad y sigilo de una bestia, su odio y furia alimentando cada paso. Llega al campamento militar donde el gobernador Kim y sus soldados se han asentado. Con cuidado, coloca el dedo envuelto en un lugar visible y retrocede, observando desde las sombras.

Un soldado lo encuentra poco después, y el campamento se llena de actividad frenética. El gobernador Kim sale de su tienda, su rostro pálido cuando se da cuenta de lo que significa el macabro hallazgo.

-Esto es una advertencia,- dice con voz temblorosa. -Debemos encontrar a Jungkook y acabar con él de una vez por todas.

Desde su escondite, Jungkook observa la conmoción con una sonrisa fría en sus labios. Sabe que ha logrado sembrar el miedo, y eso es solo el principio de su venganza. Su odio hacia el gobernador y todo lo que representa arde con intensidad, y está decidido a destruir todo a su paso si es necesario.

Regresa a la cueva, donde Taehyung yace inconsciente por el dolor y la pérdida de sangre. Jungkook lo observa con una mezcla de desprecio y lástima. Aunque Taehyung no es responsable directo de su sufrimiento, su relación con el gobernador lo convierte en un peón crucial en su juego de venganza.

-Despierta,- dice Jungkook, dándole una ligera patada. Taehyung abre los ojos lentamente, su rostro una máscara de dolor.

-¿Por qué...?- pregunta Taehyung débilmente.

-Porque tu padre debe pagar por lo que me hizo,- responde Jungkook con voz dura. -Y tú eres la clave para lograrlo.

Taehyung cierra los ojos, sintiendo una mezcla de desesperación y resignación. Sabe que no puede razonar con Jungkook en este estado. La única esperanza que le queda es que los soldados lo encuentren antes de que sea demasiado tarde.

Mientras tanto, el gobernador Kim organiza a sus hombres, decidido a rescatar a su hijo y acabar con Jungkook de una vez por todas. Pero en su interior, no puede evitar sentir una punzada de culpa. Sabe que sus decisiones pasadas han llevado a esta situación, y que las vidas que se perderán serán el precio de su ambición.

La confrontación final se avecina, y el bosque se convierte en un campo de batalla donde la verdad, la traición y la venganza se entrelazan en un desenlace inevitable. Jungkook está listo para enfrentarse a sus demonios, y no detendrá hasta ver caer a aquellos que lo convirtieron en lo que es.

No Abrir la puerta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora