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~❤️‍🔥~

Una muy buena idea para abandonar la mesa siempre la excusa del baño, solo que a Hwang HyunJin se le ocurrió al mucho mejor que eso. Una verdad muy mentirosa. El decir que iría a ver como se encuentra JeongIn fue solo el pretexto para salir de ahí. Nadie le impidió retirarse, ni le rechistaron, por el contrario, Yesung le dijo que ordenarían el postre mientras él volvía. Así que cuando se levantó de la mesa, retiró los dos primeros botones de su camisa y los dos únicos del saco. Sonrió de lado cuando al tocar la puerta Yang JeongIn le respondió con un: "Esta ocupado"

Le pareció gracioso porque ese baño no era para uno solo. Así que abrió la puerta y después puso el seguro para luego lanzarse a donde el menor estaba mirándose en el espejo. Lo giró y sin darle tiempo de nada lo sentó en el lavamanos. Lo beso con fuerza y necesidad, inclusive hambre. Cada movimiento de sus labios se vio correspondido, cada caricia por igual y no paso mucho cuando el primer gemido brotara de la garganta de JeongIn.

-Silencio, Innie o tu padre podría enterarse qué te coges a tu director. - sonrió de lado.

Volvió a besarlo y con desesperación absurda abrió los botones en el pantalón del menor para meter su mano dentro y empezó a tocarlo. Los gemidos de JeongIn se cubrieron con los besos hambrientos de Hwang HyunJin, los quejidos ya ni le importaban y antes de darse cuenta de lo demás, Hwang HyunJin lo recostó bocabajo en el lavamanos. Le bajo el pantalón junto a la ropa interior y dio dos nalgadas antes de meter un primer dedo en esa pequeña zona rosada. JeongIn se mordió los labios para callar sus gemidos mientras Hwang HyunJin lo prepara para él. Y ni siquiera eso es suficiente para Yang JeongIn porque enseguida le exige por más contacto.

-Más, Jinnie, mucho más.

HyunJin obedece enseguida y retira su dígito de esa zona tan estrecha. Sonríe de lado y sin avisarle en lo absoluto, le topa la boca al menor y se adentra en él con fuerza. El grito y gemido de JeongIn quedan atascados en ella, así como la primera lágrima.

-Cállate, mi mascota. No quiero escuchar ni un solo ruido de tu boca o garganta o te dejaré sin el orgasmo qué tanto quieres. - JeongIn asiente y HyunJin comienza con su vaivén eufórico contra el culo de JeongIn.

Puede ver el puto paraíso, puede tocarlo cada que se le dé la gana y aun así no sabe cómo controlarse cada que lo mira. No sabe cómo aguantar unas horas más para tenerlo en su cama y no en un baño de restaurante donde bien podrían escucharlos. Porque Hwang HyunJin necesita follar con Yang JeongIn a todas horas solo para saciar el deseo contenido de años. Y sonríe al ver como en el espejo, Yang JeongIn tiene los ojos cerrados mientras se muerde los labios hasta hacerlos sangrar. Y sonríe todavía más cuando lo sujeta del cabello y lo obliga a abrir la boca. Todo el placer se acumula de golpe cuando el interior del menor le aprieta el pene y cierra los ojos unos segundos mientras también contiene sus gemidos y la necesidad por susurrar su nombre al ritmo de los embestidas.

-Para no ser virgen me aprietas de maravilla, Innie. - le susurra para luego morderle el oído y volver a acostarlo en el lavamanos. - tan obediente. Dime ¿así eres siempre o solo cuando te quieres comer mi pene?

JeongIn no le respondió y se limitó a cubrir sus labios ante la amenaza de un siguiente gemido. HyunJin sonrió de lado y sujeto las caderas del menor con ambas manos. Golpeó el interior de JeongIn tantas veces y con tanta fuerza qué poco después sintió como esas estrechas paredes le asfixia con necesidad y sabe que el menor va a llegar al orgasmo porque la desesperación se refleja perfectamente bien en el espejo.

-Tendrás que tomar esas pastillas, Innie. Ninguno de los dos quiere arruinar la diversión, ¿Cierto? - JeongIn se mete dos dedos a la boca y juega con ellos frente al mayor, ignorando su pregunta. HyunJin ya no puede ni un segundo más y menos al tener esa maravillosa imagen de Yang JeongIn follandose la boca con dos dedos. Siente una punzada en su zona baja y se corre en el interior del menor mientras qué JeongIn chilla al sentir caliente su interior y se corre casi al mismo tiempo que el mayor. - Innie... - le susurra acariciando su espalda para luego salir de él y girarlo. - ¿Estás bien?

-Sí. - le responde temblando. - me tomaré las pastillas en cuanto llegue a casa. - sonríe. - ahora necesito limpiarme. - JeongIn hace por moverse, pero HyunJin se lo impide y lo sube al lavamanos sin esfuerzo. - HyunJin necesito salir de aquí o papá va a sospechar. Más tarde podemos hacerlo de nuevo.

-Voy a limpiarte, Innie. - le responde sonriendo. - y a tocarte mientras lo hago. Voy a besarte y a morderte también. Voy a llevarte al cielo después de ver el infierno.

JeongIn ya no se movió más después de aquellas palabras, con HyunJin no podía discutir después del sexo, el hombre era verdaderamente terco en cuando dejarlo ir después de terminar. HyunJin amaba tocarlo, deslizar sus amplias manos por todo el cuerpo del menor con calma, descubrir los nuevos hematomas en su piel símbolo de que alguien ya posee ese cuerpo. HyunJin ama limpiar cada rincón de Yang JeongIn porque solo así es feliz y porque ha esperado por hacer eso desde hace mucho tiempo atrás. Ha esperado tanto para besarlo, tocarlo y amarlo que ahora que puede hacerlo, nadie va a impedírselo. Porque cuando HyunJin supo que nadie lo acariciaba después del sexo, a él le hirvió la sangre de coraje, porque ¿por qué nadie iba a querer tocarlo después del sexo? Si Yang JeongIn era sumamente hermoso con el cabello revueltos, los labios hinchados, las mejillas rojas y con el semen escurriéndole por entre las piernas. Tenían que estar jodidamente idiotas para no hacerlo.

Aunque tiene que darles las gracias a esos imbécil hijo de puta, porque si ellos no hubiese sido así, entonces él no sería especial para JeongIn y sus toques muchísimo menos.

Director HyunJin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora