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No hay necesidad en apresurar lo que ya está destinado a pasar. JeongIn no había entendido eso hasta ese instante en que entro a la casa de Hwang HyunJin y no, no habla de esa qué fue heredada, si no de aquella en la que se dejó hacer por Hwang HyunJin la primera vez.
Al llegar, el mayor lo llevo al comedor, le sirvió la cena y hablaron algunos minutos de diferentes temas, quizás por la diferencia de edad se podía considerar difícil de tener gustos o pensamientos similares, pero la verdad es que, a pesar de que uno tiene 32 años y el otro 21 años, tienen ciertos temas que les gustan. Claro ejemplo es la conversación qué mantienen acerca del café. JeongIn jamás se imaginó que tendría una conversación así, mucho menos con Hwang HyunJin.
-¡Y lo tiró! Dios, yo jamás había odiado tanto a una persona como odié a ChangBin. Solo él podía hacerse odiar. - dijo riéndose de solo acordarse como es que conoció a su mejor amigo. Aquella vez, Yang JeongIn conoció el odio gracias a Seo ChangBin.
-Y terminó siendo tu mejor amigo. - respondió HyunJin bebiendo de su copa. - es increíble cómo es que somos tan capaces de hacer amigos en los lugares más inesperados.
-Todavía lo odio, pero ya es menos. - siguió hablando el menor. Había algo cálido en esa conversación, una sensación diferente qué le gusta, le hace sentir feliz y emocionado. Entiende que es por el afecto qué Hwang HyunJin ha desarrollado por él, porque no es imbécil, sabe que, en algún momento, todos, llegan a tenerle cariño, incluso llegan a amarlo y aunque jamás le ha hecho ruido eso, ahora es algo con lo que no puede disimular su felicidad en lo absoluto.
-Eres hermoso, JeongIn. - JeongIn no sabe a qué se debe ese elogio, porque ellos estaban hablando de café y de cómo es que Yang JeongIn conoció a ChangBin en Estados Unidos. No sabe, pero lo hace sonreír como tonto mientras siente las mejillas calientes. - eres jodidamente hermoso en todo momento. Por eso quiero saber, porque no te das el valor qué tienes.
-¿De qué hablas? - pregunta confundido. JeongIn sabe perfectamente bien lo que vale, lo que merece y lo que quiere. No necesita que nadie se lo diga.
-De nada en realidad, ¿Estás listo para esta noche?
JeongIn asiente. Se arreglo antes de salir de casa. Y la gran gabardina negra qué lo cubre del frío, en realidad lo cubre de mostrar aquella falda y ligero qué se puso solo porque a su director se le despertó el fetiche de verlo con ello. No es que le desagrade la idea, no después de descubrir el tremendo uso qué puede darles, pero sí de él depende, jamás se las vuelve a poner. Nunca. Quizás las gargantilla sí porque resulta bonita, pero nada más.
Al llegar a la sala. HyunJin se quita el sacó, dejando a un lado, sobre la mesa de la lámpara. Toma a JeongIn de las caderas para acercarlo y poderle quitar ese estorbo qué lleva encima. Con delicadeza, abre todos los botones, sonriendo ampliamente cuando puede ver la bonita falda azul y la blusita blanca, pero sin duda, lo que más le gusta, son aquellas medias y el ligero porque sus torneadas piernas se ven más sexys con ellos, se ven más finas y delicadas, aunque HyunJin sepa qué esas fuertes piernas, de delicadas no tienen nada.
Se inclina, haciendo a un lado el abrigo y besa sobre la blusa, su estómago mientras lo mira, JeongIn no puede moverse, pues un escalofrío acaba de atacar su cuerpo entero. Y HyunJin sonríe al mismo tiempo que desliza su mano por uno de los muslos de JeongIn solo para poder meterla debajo de la falda y llevarse la sorpresa de Yang JeongIn excitado. No puede evitarlo y sonríe ampliamente para luego comenzar a bajar la ropa interior del menor.
-Separa un poco tus piernas, amor. - le susurra sonriendo y JeongIn abre levemente sus piernas para que HyunJin vea lo qué se ha puesto. - ¿bragas? - vuelve a sonreír cuando la prenda negra está en sus manos. Es suave y admite qué las conoce, pero jamás se esperó que Yang JeongIn se las pusiera. - cada vez me sorprendes más. Quítate el abrigo, mi amor y súbete en mis piernas.

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Director HyunJin
FanfictionHwang HyunJin es director de la mejor Universidad en la ciudad. Su puesto se lo ganó después de años de trabajo arduo y estresante. Tiene cerca de tres años en dicho puesto, siendo respetado por ser justo con sus alumnos y profesor, además del perso...