Nadie sabe quien provocó el incendio del Etéreobosque de Brethlumen. Todo Evellir está confundido por las anomalías que ocurren en el sur, mientras en el Oeste, el rey Forgtten pretende controlar las masas. Evan, un niño criado en el bosque por un s...
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Sobre el sucio cielo de Isentath volaban cuervos rojos y negros, que divisaban en el terreno, una larga plaza negra en forma de ojo de dragón. Y en el final había un excéntrico castillo, rodeado de miles de personas, mirando en el balcón, al rey de la ciudad: un hombre gordo, cabello largo; no llevaba corona ni ropa elegante. Pues para él, eso sería una falta de respeto hacia los que menos tienen.
—mis amados habitantes —empezó el rey Forgtten Demonis—, mi padre liberó la ciudad, del maldito, desalmado meritócrata de Capitten Consmónia y, ¡no nos dejaremos pisotear por el dictador Tornasol Merinus de Pradósgarten!
La gente gritaba y adulaba al rey desde la plaza negra. Había muchos carteles escritos en pasartad, el lenguaje de los Isentianos. que consideraban el mandato de Forgtten: “una lucha” contra la meritocracia de Pradósgarten.
—la gente ya te adora Forgtten, deberás adorarlos también —dijo Javienne, el ex rey de Isentath y padre adoptivo del nuevo rey.
Forgtten se dió media vuelta y asintió ante su padre, y entró al edificio. De pronto apareció un hombre nervioso y acelerado.
—¡señor Forgtten! —dijo.
—¿Y ahora qué pasa? ¿Qué es esto?
El hombre, le entregó al rey un panfleto de muy mal gusto para él.
Las mentiras y contradicciones del rey Forgtten
El actual rey de Isentath, está mintiendo a su gente, y te lo demostraré con eviden…
De pronto Forgtten rompió en mil pedazos el panfleto y se enfureció.
—busca al responsable de esta atrocidad y encierralo junto con los demás.
—¡Sí, mi gran rey!
—la hermandad—
En una recóndita calle maloliente de la ciudad, Mabalned: un joven de chaleco oscuro, corría salpicando el agua del suelo con sus pasos. mirando a sus alrededores, por si había moros en la costa. Y abrió sin pausa una puerta hecha de carbonio. Luego la cerró exaltado y acelerado. Se acercó a la ventana abrió ligeramente la cortina.
—¡Hermanos! Tenemos que irnos. Emitieron una orden de búsqueda y captura, nos están buscando. For-gordotten de mierda. ¡Lo va a pagar con sangre! —dijo Mabalned, escondido tras las cortinas del departamento escondido en el callejón. Era más que solo un departamento, funcionaba como la editorial de un grupo de rebeldes en contra del gobierno de Isentath. Conocidos como “hermandad Mothorn”.
