13| Traiciones y revelaciones

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Traiciones y revelaciones

El búnker estaba en silencio, solo interrumpido por el sonido de las respiraciones agitadas y el eco distante de las explosiones en la superficie. Raxiel mantenía su brazo alrededor de Vanesa, sosteniéndola cerca mientras sus ojos se adaptaban a la penumbra.

Marcus encendió algunas lámparas de emergencia, revelando un espacio amplio lleno de suministros, equipos de comunicación y algunas camas improvisadas.

—Aquí estaremos seguros por ahora —dijo Marcus, su voz tensa—. Tenemos comida, agua y todo lo necesario para resistir varios días si es necesario.

—¿Qué está pasando allá arriba? —preguntó Vanesa, su voz temblando ligeramente—. ¿Cómo nos encontraron?

Marcus negó con la cabeza, pasándose una mano por el cabello con frustración.

—No lo sé —admitió—. Nuestras defensas deberían haber detectado cualquier aproximación hostil mucho antes de que llegaran tan cerca. Alguien debe haber desactivado nuestros sistemas de seguridad.

—Un traidor —murmuró Raxiel, su mente trabajando a toda velocidad—. Alguien de adentro.

El silencio que siguió a sus palabras fue pesado, cargado de miedo y sospecha. Raxiel podía sentir a Vanesa temblando ligeramente a su lado y la acercó más, queriendo protegerla de todo lo que estaba sucediendo.

—No podemos quedarnos aquí —dijo finalmente Raxiel—. Si hay un traidor, este lugar no es seguro.

Marcus asintió lentamente, su rostro sombrío.

—Tienes razón —admitió—. Pero tampoco podemos salir ahora. El ataque sigue en curso y sería un suicidio intentar escapar en medio del caos.

—Entonces, ¿qué hacemos? —preguntó Vanesa, su voz más firme ahora—. No podemos simplemente sentarnos y esperar.

Antes de que alguien pudiera responder, se escuchó un ruido en la entrada del búnker. Todos se tensaron, Raxiel moviendo instintivamente a Vanesa detrás de él mientras sacaba su arma.

La trampilla se abrió lentamente y una figura descendió por la escalera. En la tenue luz, Raxiel no podía distinguir quién era, pero mantuvo su arma apuntada, listo para disparar al menor signo de amenaza.

—¡No disparen! —gritó una voz familiar—. ¡Soy yo!

La figura entró en el círculo de luz y Raxiel sintió que su corazón daba un vuelco. Era Jenner, el líder de su antiguo grupo en la residencia.

—¿Jenner? —exclamó Vanesa, su voz una mezcla de sorpresa y alivio—. ¿Cómo...? ¿Qué estás haciendo aquí?

Jenner se acercó, su rostro mostrando signos de agotamiento y tensión.

—Es una larga historia —dijo—. Pero lo importante es que estoy aquí para ayudar. El campamento está bajo ataque y necesitamos sacarlos a todos de aquí.

Raxiel bajó su arma, pero no la guardó. Algo en la situación no le cuadraba.

—¿Cómo nos encontraste? —preguntó, su voz cargada de sospecha—. ¿Y cómo supiste del ataque?

Jenner miró a Marcus, quien asintió casi imperceptiblemente.

—Yo lo traje —dijo Marcus—. Jenner ha estado trabajando con nosotros en secreto durante meses. Él fue quien nos alertó sobre el ataque inminente.

Raxiel y Vanesa intercambiaron una mirada de confusión. ¿Cómo era posible que Jenner estuviera involucrado en todo esto?

—No entiendo —dijo Vanesa, dando un paso adelante—. Pensamos que habías muerto en el ataque a la residencia. ¿Cómo...?

Disidente X (#PGP2024) EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora