Omnisciente
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
Ambos guardaron silencio, era la mitad de la noche y parecía que Amelia no tenía la misma simpatía que sus cientos de trabajadores, Kellen y Adara estaban siendo juzgados con la mirada de una alfa que parecía demasiado molesta por qué ellos se hubiesen negado a seguir sus órdenes.
Cuando ella tan solo quería procurar la seguridad de su nueva hija, una omega tan inocente y pura que no sabía bien de los peligros que un alfa puede tener.
Los casos de canibalismo eran desastrosos desde su época, donde varios alfas no se limitaban a una omega e iban por betas y alfas hembras, por igual para saciar sus más oscuros deseos. Por lo que tenía miedo que al no conocer el instinto de su hijo con una hembra, este fuera peligroso y provocara daño en su pareja destinada, tuvo amigos que al no saciar sus deseos o tener deseos más oscuros terminaban con la vida de sus hembras.
Algo tan horrible que tuvo que presenciar.
— Les vuelvo a decir, en el celo de ambos ninguno podrá estar presente. He hablado con mi esposo y, Kellen, tu padre está inquieto con esto que ha ocurrido. Ambos tomamos la decisión de que vayas a la frontera para vigilar al enemigo, hasta que tu celo haya finalizado, toda esa energía que tienes la puedes usar para el combate en este momento —. Dijo su madre.
— Sabía que esto llegaría, pero madre, no ocurre nada si yo me encuentro con ella. Te lo prometo, no le haría ningún daño —.
Hablo de forma sincera, al principio hasta él tenía miedo de lo que pudiera hacer. Pero en esos últimos días ha conocido algo nuevo de él, aunque a veces llegó a perturbar su mente y la de su Omega.
Ahora se encuentra seguro de como mantenerse en línea para no provocar un desastre.
— Hijo mío, lo sé. Aun así, prefiero evitar riesgos y peligros que pueden terminar en cosas desafortunadas. Por lo que en este momento prepara tus cosas. Pediré a Baltazar que prepare tu caballo —. Ordeno con una mirada frívola, una nueva personalidad desbloqueada para Adara.
Una Omega que se encontraba pérdida ante tal discusión, se sentía culpable y estaba a nada de romper en llanto, porque no quería estar lejos de su alfa. Sentía que su sueño terminaría con la partida de él y aquella esperanza de libertad se iría.
— Está bien —. Dijo Kellen sin una pizca de emoción.
La mirada de Kellen se dirigió a Adara que permanecía en silencio, los iris del alfa se vieron tristes al hacer contacto con los azules de su omega. Era sabido que no quería ir hacia la zona de combate, menos ahora que tenía a su omega con él, se sentía nervioso y ansioso por no saber qué hacer frente a una hembra y era culpable de no procurar el bienestar de esta.
— ¿Cuándo regresarás? —. Hablo Adara.
— Pensé que te habías quedado muda, omega —. Intento bromear para despejar el ambiente tenso de la habitación.
ESTÁS LEYENDO
Mon Oméga
Werewolf⊏actualizaciones regulares⊐ Adara huía de un peligro que la seguía desde su nacimiento, su pasado es borroso para ella. Y tampoco sabe quién es, de donde viene o cuál es su destino. Su camino es obstruido por un alfa puro, uno que llevaba buscando...