ᴛᴇʀᴍɪɴᴇᴍᴏꜱ ᴄᴏɴ ᴇꜱᴛᴏ

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Omnisciente

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Omnisciente

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Larissa meneó su extensa melena después de haber entrenado, el rey de Stanyms había llegado al palacio de Wyllimsbirk hace un día usando el portal entre reinos. No podía evitarlo, él quería que la omega pelirroja con esos ojos avellana de un color verde, le diera una oportunidad, era suya, su pareja y por eso también intentaba solucionar el problema con Kellen.

— Perdiste de nuevo —. Comento Larissa jugando con su pareja.

— No estaba preparado —.

— ¿Seguro? —.

— No podía hacerlo, como voy a luchar contra mi omega. Eso no está en mis principios —.

Los azules de él se conectaron con los verdes de ella, ambos se mezclaron mientras la omega se mostraba fuerte.

— ¿Qué harías si soy hechizada y te apuñalo? ¿No te defenderías? —.

— No. Si tú eres quien me apuñala, ¿qué puedo hacer? —. Dijo rendido.

— Eres débil. Debes de neutralizarme y ya. Eso es fácil... pero no lo harías —. Se limitó a decir.

A Larissa le gustaba ver la desesperación de ese hombre, a veces era un rey muy débil y ella consideraba que su pareja debería de tener la misma fortaleza de ella. Seco su sudor con una toalla que Hazriel le extendió, le había importado poco dejar a su padre discutiendo con el antiguo rey de Wyllimsbirk.

Algo que a Kellen no le pareció gracioso y él también prefirió huir, ahora el lobo miraba como la oméga que consideraba su hermana pequeña estaba siendo perseguida por aquel rey tan tonto. A su perspectiva, eso era. Un alfa que era débil, no duraba mucho en su puesto.

Un juego muy predecible del destino.

— Solo una última oportunidad más, permítemelo. Mi reina —.

— No soy tu reina —comento con una mirada asesina—. Eres muy débil para mí, ¿cómo estaré segura bajo tu cuidado? —.

— Por milésima vez, solo te dejo ganar. Como podría hundir el orgullo de mi reina, eso no puedo aceptarlo, me gusta como eres y no quiero cambiar nada de ti —.

La tomo y acerco sus cuerpos demostrando su fuerza, Larissa giro su mirada observando a Kellen que solo sonreí entre las sombras. Hazriel no podía aceptar eso, no podía ver que su omega mirará a otro hombro y tomo el mentón de la loba atrayendo esa verdosa mirada a sus azules.

— Ya recuerdo —los señala a ambos alfas—, ustedes dos deberían de estar hablando sobre los tratados de paz. No interrumpiendo mi entrenamiento, cumple tus obligaciones —dice mirando fijamente a Hazriel—. Si no se soluciona esto, no me tendrás —.

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⏰ Última actualización: Sep 13 ⏰

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