Capitulo 16

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Sakura tenía una misión por delante. Aunque su marido hubiese cedido, todavía tenía dudas en cuanto a la idea de formar una familia. Ella estaba resuelta a removerlas. A pesar de que Sasuke jamás había querido un hijo tanto como ella, ella planeaba convencerlo de que precisaba de un niño para enriquecerle a vida. Con ese propósito en mente, aun mantenía sus esperanzas. Por la noche, Sasuke la presionaba sobre una receta para evitar a concepción.

Entonces, Sakura dominaba la situación, sabía que, al despertarle la pasión, el olvidaba todo. Después, le hablaba sobre las ganas inmensas de tener un hijo. Sasuke percibía sus estrategias. En el pasado su insistencia le hubiese provocado una reacción violenta, pero ahora, el sólo podía admirar su persistencia incansable, igual que la de él. Y su conducta agresiva en la cama le inflamaba la pasión. Eso y su amor daban más placer a la unión de sus cuerpos. Infelizmente, las relaciones apasionadas encerraban un riesgo que Sasuke detestaba correr. Aunque hubiese sucumbido al deseo por dos noches seguidas, el no podía ignorar el miedo que lo asaltaba por las mañanas. Sakura le pertenecía y el era responsable por ella.

-Mi madre murió en el parto -murmuró el, abrazándola y perturbando la tranquilidad

surgida después del éxtasis.

Sasuke observó a luz del fuego reflejarse en sus cabellos rosados. Ella estaba viva y saludable. ¿Estaría así en nueve meses? La abrazó con fuerza.

-Mi madre sobrevivió a los partos, Sasuke. Todos los días, mujeres dan a luz y casi siempre, sin incidentes. Además de haber otros peligros en el mundo. Yo puedo morir partida por un rayo, a no ser que tu me mantengas presa aquí en el cuarto.

-No sería mala idea -murmuro él.

- Y yo me quedaría sin hacer ejercicios -Sakura preguntó, acariciándole el pecho y sin dejar duda de como pretendía ejercitarse en caso de quedarse encerrada en el cuarto con él.

Levantó la cabeza y dijo.

-Quiero un bebe como el de Hinata.

-Aquella niña es una molestia ruidosa -reclamo Sasuke, aunque se acordaba muy bien de la imagen conmovedora de Sakura con Himawari en sus brazos.

-Nuestro hijo podrá ser ruidoso, pero jamás, una molestia... no te gustaría un hijo para seguir tus pasos, para abrazarlo y...

-Mi padre nunca me abrazó.

-Una pena. Pero tú no necesariamente vas a ser como él. Mira a Hinata y Naruto,

-¡Por Dios, mujer! ¡Rezo para no convertirme en un sentimental como aquellos dos idiotas!

-Entonces, sé tú mismo -Sakura susurró.

Con la punta de los dedos, acaricio levemente su rostro. Después, rozó su boca. Sasuke se sintió debilitarse. Ella lo amaba, ella nunca había pedido nada, excepto un hijo. Deseaba darle ese presente. su sangre se agito en sus venas. Pero al echarse sobre el cuerpo de su mujer y abrirle las piernas, la sensación de duda persistió.

Si al menos pudiese tener certeza de que su semen no le robaría a su esposa. La noche no había convencido a Sasuke de nada, excepto de su propia falta de disciplina. Dejaba que la lujuria lo dominara, pero a su vez detestaba pensar en las posibles consecuencias. Observándole la mirada sombría, Sakura río y eso desvaneció un poco su mal humor. À la luz del día, su mujer era tan vibrante y llena de vida. Era difícil imaginar algo amenazándole la salud, especialmente un acontecimiento tan común como dar a luz. Necesitaba tiempo para reflexionar. Impaciente, salió del cuarto, pero Sakura lo acompaño, perturbándolo con un su perfume.

-¿Y si fuera una niña? ¿Una hija para sentarse en tu falda? -preguntó ella.

Sasuke no respondió. Atravesó el salón y salió para recorrer la propiedad. Allí afuera, donde su esposa de cabellos rosados no tenía voz activa, él era señor de su mundo y de su destino. Al dar unos pocos pasos, vio un viejo recostado contra la pared. Era Willie, el marido de Edith.

La Esposa Virgen ~  SasuSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora