---El sol estaba en su apogeo cuando Keyleen y Axel se sentaron en la orilla del lago, el cofre entre ellos. Keyleen seguía sintiendo la adrenalina de la confrontación con Tomás y sus amigos, pero ahora la curiosidad sobre las cartas las envolvía en un manto de misterio.
—¿Listo para más revelaciones? —preguntó Axel, sonriendo mientras hojeaba las cartas.
—Definitivamente —respondió Keyleen, sintiendo que este momento era clave para entender no solo el pasado de los amantes, sino también el suyo propio.
Axel comenzó a leer la siguiente carta, escrita con una caligrafía elegante pero temblorosa. Las palabras hablaban de la angustia y el amor eterno, pero también de secretos ocultos que habían llevado a la pareja a separarse. Keyleen se sintió cada vez más conectada a sus emociones.
—“No puedo seguir escondiéndome. La noche que nos encontramos, prometí que encontraríamos un camino, pero mis padres lo han arruinado todo. Esta noche es nuestra última oportunidad.” —Axel leyó en voz alta, su tono grave.
Keyleen sintió un escalofrío. —¿Crees que se refiere a este lago?
—Parece que sí. Tal vez vinieron aquí en busca de libertad —dijo Axel, cerrando los ojos por un momento como si intentara sentir la presencia de los amantes.
Mientras seguían leyendo, la historia se tornó más trágica. Las cartas revelaban que uno de los jóvenes había sido forzado a un compromiso, y la desesperación crecía en cada palabra. Keyleen sintió una punzada de dolor; comprendía esa lucha entre el deber familiar y el deseo personal.
—¿Y si algo salió mal? —preguntó Axel, mirando a Keyleen—. ¿Y si nunca se encontraron?
—Eso explicaría por qué el lago tiene una historia tan oscura. Tal vez sus almas estén atrapadas aquí, buscando lo que perdieron —Keyleen sintió un escalofrío, pero también una curiosidad intensa.
Decidieron que era hora de examinar el diario. Estaba desgastado, con páginas amarillentas y arrugadas. La escritura dentro era aún más íntima, describiendo la vida diaria de la pareja y sus sueños, pero también las tensiones familiares que enfrentaban.
Mientras leían, un rayo de luz del sol se filtró a través de las ramas de los árboles, creando un juego de sombras sobre el agua. Fue entonces cuando Keyleen notó algo inusual en el retrato que habían encontrado en el cofre. —Mira esto —dijo, señalando una marca en la esquina del retrato—. ¿No parece un símbolo?
Axel se inclinó más cerca, sus ojos fijos en la marca. —Sí, parece un antiguo símbolo de promesas. Hay algo aquí que nos conecta a la historia del lago.
—Tal vez deberíamos buscar más información sobre esto en el pueblo —sugirió Keyleen, sintiendo que cada vez estaban más inmersos en el misterio.
Antes de que pudieran hacer un plan, un sonido fuerte los interrumpió. Era un crujido proveniente de los arbustos cercanos, y Keyleen sintió que su corazón se aceleraba de nuevo.
—¿Quién está ahí? —preguntó Axel, su voz firme.
Del mismo grupo de adolescentes que habían encontrado antes apareció Tomás, pero esta vez lo acompañaban dos amigos más. Sus miradas estaban llenas de desafío.
—¿Siguen husmeando? —dijo Tomás, con una sonrisa burlona—. Les dije que no era seguro estar aquí.
—No necesitamos su permiso —replicó Axel, levantándose con determinación—. Este lugar tiene más historia de la que ustedes piensan.
Tomás avanzó un paso. —¿Y qué han encontrado? ¿Más cartas de amor? Tal vez deberíamos quedarnos y ver qué más esconden.
Keyleen sintió que la tensión en el aire aumentaba. —Esto no es un juego, Tomás. No saben lo que están buscando.
Tomás se rió, pero el sonido era frío. —¿Y tú qué sabes? Eres solo una chica soñadora. Este lugar no es más que agua y sombras.
La confrontación se tornó peligrosa, y Keyleen sintió que sus instintos de supervivencia se activaban. Pero no iba a dejar que lo intimidaran. —El lago guarda secretos que pueden cambiarlo todo. Y ustedes no son bienvenidos aquí.
Justo en ese momento, el viento sopló de nuevo, como si el propio lago estuviera tratando de comunicarse. Las hojas crujieron, y un silencio incómodo se apoderó de todos.
Tomás, confundido por el repentino cambio, dio un paso atrás. —Vámonos —dijo, y sus amigos lo siguieron, dejando a Keyleen y Axel en un tenso silencio.
—Eso fue… extraño —dijo Axel, mirando hacia donde se habían ido los chicos.
—Sí, pero también me dio fuerzas. No dejaré que me intimiden. Hay algo más en este lago, y estoy decidida a descubrirlo —Keyleen se sintió renovada, como si las palabras de los amantes le dieran valor.
—¿Qué hacemos ahora? —preguntó Axel, recogiendo el cofre.
—Creo que necesitamos hablar con alguien del pueblo. Alguien que sepa sobre la historia del lago y de los que vinieron antes que nosotros —Keyleen propuso, sintiendo que estaban en la dirección correcta.
Regresaron a la casa de Keyleen, donde el ambiente seguía tenso, pero esta vez estaba decidida a no dejar que eso la afectara. Mientras sus hermanos jugaban en la sala, ella tomó el diario y las cartas y se encerró en su habitación con Axel.
—Si encontramos a alguien que conozca esta historia, podríamos descubrir lo que realmente pasó —dijo Axel, mirando el diario con atención.
—Exacto. Y tal vez entender por qué estos amantes nunca pudieron estar juntos —Keyleen se sintió motivada.
Al caer la noche, comenzaron a investigar en línea y a hacer planes para hablar con los ancianos del pueblo al día siguiente. El misterio del lago se estaba profundizando, y con cada descubrimiento, la conexión entre Keyleen y Axel se hacía más fuerte.
Cuando finalmente se acostaron, Keyleen no podía dejar de pensar en lo que había aprendido. Sentía que su propia vida estaba entrelazada con la historia de los amantes, atrapada entre la lucha por la libertad y las responsabilidades familiares.
**¿Qué secretos revelará el lago mañana?**
---
ESTÁS LEYENDO
Entre Amor y Secretos
RandomEn un pueblo marcado por secretos y tensiones familiares, Keyleen lucha por encontrar su lugar mientras cuida de sus hermanos. Cuando se une a su mejor amigo Axel para investigar la misteriosa historia de un lago cercano, descubren antiguos ecos de...