Capítulo 12: Nuevos Comienzos

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El sol iluminaba la cocina mientras Keyleen se movía con fluidez, disfrutando de la tranquilidad que reinaba en casa. La mesa estaba preparada, y el aroma del café llenaba el aire. Sus hermanos estaban sentados, hablando y riendo, una escena que hacía tiempo no veía.

—¿Qué planes tienen hoy? —preguntó, sirviendo el desayuno.

—Vamos a salir a jugar al parque —dijo Leo, con entusiasmo. Lucas asintió, sumándose a la conversación.

Sofía, la más pequeña, estaba pintando un dibujo en la mesa, concentrada en su mundo de colores. Keyleen sintió una oleada de calidez al ver a su familia así, disfrutando de un momento de calma.

Desde que sus padres comenzaron a ajustar sus horarios, el ambiente familiar había mejorado notablemente. Las peleas habían disminuido, y aunque la rutina seguía siendo agitada, había espacio para momentos de risa y cariño.

Después de un desayuno alegre, Keyleen decidió que era hora de reunirse con Axel. Había tanto en su mente: la conexión que habían empezado a explorar, el misterio del lago y los sentimientos que crecía en su corazón.

Al llegar al lago, el paisaje era sereno. El agua brillaba como un espejo, y los árboles que lo rodeaban parecían susurrar secretos. Axel la esperaba en la orilla, su rostro iluminado por una sonrisa que la hizo sentir un calor familiar.

—Hola —dijo él, acercándose.

—Hola. Me alegra verte —respondió Keyleen, sintiendo que su nerviosismo se desvanecía.

Ambos se sentaron cerca de la orilla, dejando que sus pies tocaran el agua fresca. La belleza del lugar siempre la había cautivado, pero hoy había una sensación de posibilidad en el aire.

—He estado pensando en nosotros —dijo Axel, mirando el agua. —Lo que siento por ti es diferente a cualquier otra cosa.

Keyleen sintió que su corazón latía más rápido. —Yo también lo he sentido. Hay algo especial aquí, entre nosotros y con el lago.

Axel asintió, su expresión reflejando una mezcla de emoción y nervios. —Quizás deberíamos dejar que el lago nos guíe. Tiene tantos secretos.

Keyleen sintió una chispa de valentía. —Entonces exploremos. Quiero descubrir qué nos dice.

Ambos se levantaron y comenzaron a caminar por un sendero que bordeaba el lago. A medida que avanzaban, el ambiente se volvía cada vez más misterioso, como si el lugar estuviera esperando a que descubrieran algo importante.

—¿Alguna vez has sentido que el lago está vivo? —preguntó Axel, con una mirada reflexiva.

—Sí, es como si tuviera una energía propia. A veces me da la impresión de que me habla —dijo Keyleen, sintiendo que el aire se cargaba de significado.

Cuando llegaron a un claro, encontraron una pequeña cueva. El lugar parecía mágico, y la curiosidad los llevó a adentrarse.

La cueva era oscura y húmeda, con paredes cubiertas de inscripciones antiguas. Keyleen se acercó a una de las marcas, sintiendo una conexión inexplicable.

—Mira esto —dijo, señalando. —Parece una historia.

Axel se unió a ella, observando las imágenes talladas. —Tal vez nos cuente sobre el pasado del lago y su significado.

Mientras examinaban las inscripciones, una sensación de asombro los envolvía. Era como si el lugar guardara secretos que esperaban ser revelados.

De repente, el eco de sus voces resonó en la cueva, y Keyleen sintió un escalofrío. —¿Escuchaste eso?

Axel asintió, su mirada intensa. —Parece que el lago nos está llamando.

Ambos se acercaron al fondo de la cueva, donde encontraron un pequeño manantial. El agua brotaba de las rocas, y la luz que entraba creó un ambiente casi etéreo.

—Este lugar es increíble —dijo Axel, agachándose para tocar el agua.

Keyleen lo siguió, sintiendo que la energía del lugar la envolvía. En ese instante, las visiones comenzaron a aparecer en la superficie del agua: sombras de personas antiguas, ritos y conexiones profundas con la naturaleza.

Keyleen se dio cuenta de que lo que estaban experimentando era más que un simple misterio; era una revelación sobre su propia vida. —Esto es lo que necesitamos entender, no solo del lago, sino de nosotros mismos.

Axel la miró, la comprensión brillando en sus ojos. —Estamos en un viaje de descubrimiento, y quiero hacerlo contigo.

Con una nueva determinación, Keyleen tomó la mano de Axel. Juntos, se comprometieron a seguir explorando tanto el lago como sus propios corazones, sabiendo que cada paso que daban los acercaba más a la verdad.

Mientras salían de la cueva, el sol comenzaba a ocultarse detrás de las montañas, y el lago reflejaba un hermoso atardecer. Keyleen sintió que, a pesar de los desafíos, había un camino iluminado ante ellos.

—Hoy ha sido increíble —dijo Axel, sonriendo. —No puedo esperar a ver qué más descubrimos.

—Yo tampoco —respondió Keyleen, sintiendo que su corazón se llenaba de esperanza.

Ambos sabían que el lago guardaba más secretos, pero también entendían que lo más importante era el viaje que compartían. Con el futuro abierto ante ellos, se dispusieron a continuar su exploración, listos para enfrentar todo lo que viniera.

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Notica de la autora...

Siento que este capítulo fue corto pero hermoso, vamos viendo la relación de nuestros queridos angelitos Key and Axel, me encantaría ver lo que pasará entre estos dos y que es lo que describirán en el lago...♡

Entre Amor y SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora