Capítulo 9: Susurros Seguidos

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El sol apenas comenzaba a asomarse por el horizonte cuando Keyleen se despertó, sintiéndose llena de energía. Sin embargo, su mente estaba agitada por los recuerdos del sueño sobre el lago y la joven que había visto. Sabía que hoy debía ser el día en que profundizaran en el misterio.

Al salir de su habitación, se encontró con Leo y Lucas en el salón, discutiendo animadamente sobre un videojuego. Sofía, con su cabello rizado y su juguete favorito en mano, se sentó en el suelo, observando con curiosidad.

-¿Vas a salir otra vez? -preguntó Leo, con los brazos cruzados, mientras Lucas se reía de algo que había dicho.

-Sí, voy al lago con Axel -respondió Keyleen, tratando de mantener un tono ligero.

-¿Y qué vas a encontrar en ese viejo lago? -preguntó Lucas, sin dejar de mirar la pantalla.

Keyleen se detuvo un momento, recordando las palabras del diario y el eco de la joven en sus sueños. -Tal vez algo importante -dijo, sintiendo la necesidad de no compartir todos los detalles.

-Siempre es lo mismo. Te metes en problemas y luego tienes que salir corriendo -dijo Leo, mientras Sofía miraba a su hermana con preocupación.

-No te preocupes, estaré bien -le aseguró Keyleen, inclinándose para acariciar la cabeza de Sofía. -Voy a descubrir algo increíble.

-¡Prométeme que regresarás pronto! -exclamó Sofía, con su voz llena de inocencia.

Keyleen sonrió. -Prometido. Ahora, cuida de tus hermanos, ¿de acuerdo?

Con un último vistazo a su familia, Keyleen salió de la casa, sintiendo una mezcla de emociones. La niebla cubría el camino hacia el lago, envolviendo todo en un manto de misterio. Al llegar, vio que Axel la esperaba, su rostro iluminado por la curiosidad.

-¿Lista para desentrañar secretos? -preguntó él, caminando a su lado.

-Más que nunca -respondió Keyleen, sintiendo que el aire estaba cargado de expectativas.

~En la Orilla del Lago~

Al llegar al lago, la niebla parecía más densa, casi palpable. Keyleen sintió un escalofrío recorrer su espalda mientras miraba las aguas oscuras, que reflejaban la luz tenue del día.

-¿Notas algo extraño? -preguntó Axel, mirando alrededor.

-Sí, es como si el lago estuviera vivo -respondió Keyleen, sintiendo una conexión profunda con el lugar.

Mientras se acercaban a la orilla, el murmullo del agua parecía crecer, y Keyleen sintió que había algo más allá de lo visible. En ese momento, un brillo en el agua llamó su atención.

-Mira eso -dijo Keyleen, señalando un objeto brillante sumergido. Axel se inclinó para observar.

-¿Qué crees que sea? -preguntó, con un aire de asombro.

Keyleen se agachó, intentando alcanzar el objeto. Con cuidado, sacó un antiguo amuleto, cubierto de algas y barro. Su forma era extraña, con un grabado que parecía un símbolo antiguo.

-Esto debe ser importante -dijo Axel, observando el amuleto con curiosidad-. Tal vez nos dé pistas sobre la historia del lago.

Keyleen sintió que un escalofrío recorría su espalda. -Esto me recuerda a la joven de mi sueño. Ella estaba buscando algo, algo que tenía que ver con el lago.

Mientras examinaban el amuleto, la niebla se espesó aún más, y las sombras comenzaron a moverse entre los árboles. Keyleen sintió una presión en su pecho, como si el lugar intentara comunicarse con ella.

-¿Escuchas eso? -preguntó, deteniéndose para concentrarse.

Axel asintió, prestando atención a los murmullos que parecían venir del agua. -Es como si el lago estuviera hablando.

Con el amuleto en mano, Keyleen se sentó en la orilla, sintiendo la energía del lugar fluir a través de ella. Las imágenes del lago comenzaron a formarse en su mente, visiones de momentos pasados: la joven sonriendo, una promesa sellada bajo la luz de la luna, y la sombra de un amor prohibido.

-La joven quiere que entendamos su historia -murmuró Keyleen, su voz apenas un susurro.

-¿Qué crees que significa? -preguntó Axel, intrigado.

-No lo sé, pero siento que estamos cerca de descubrir algo. Debemos seguir investigando -dijo Keyleen, levantándose con determinación.

Se adentraron más en la orilla, y el ambiente se tornó aún más inquietante. A medida que avanzaban, un viejo árbol apareció ante ellos, su tronco cubierto de musgo y con un profundo corte en forma de corazón.

-Mira eso -dijo Axel, señalando el árbol. -Parece importante.

Keyleen se acercó, sintiendo que había una conexión entre el amuleto y el corazón tallado. Al tocar el tronco, sintió una vibración que resonaba en su interior, como si el árbol guardara secretos ancestrales.

-Tal vez debamos dejar el amuleto aquí -sugirió Axel, mientras miraba el árbol con reverencia.

Keyleen asintió, sintiendo que era el lugar correcto. Colocó el amuleto en el corte del árbol y, en ese instante, una ráfaga de viento sopló a su alrededor, como si el lago respondiera a su acción.

Las imágenes comenzaron a fluir nuevamente en su mente: la joven del lago, una promesa rota, un amor que luchaba contra las sombras. Keyleen sintió que la tristeza y el anhelo de la joven la envolvían, y supo que debía ayudarla a encontrar la paz.

Mientras el viento susurraba entre las ramas y la niebla comenzaba a disiparse, Keyleen sintió que su búsqueda apenas comenzaba. Sabía que el lago albergaba historias de amor y secretos, y estaba decidida a descubrirlos.

-Vamos a regresar. Hay más que investigar -dijo Axel, y Keyleen asintió, sintiendo una mezcla de determinación y emoción.

Mientras caminaban de regreso, su mente viajaba entre el presente y el pasado. El eco de la joven resonaba en su corazón, y sabía que su historia estaba ligada a la suya. No podía dejar que se quedara atrapada en las sombras del lago.

Al llegar a casa, Keyleen encontró a Sofía jugando en el salón, rodeada de sus muñecas. La pequeña levantó la vista y sonrió al ver a su hermana.

-¿Encontraste algo? -preguntó Sofía, con sus ojos brillando de curiosidad.

-Sí, encontré un amuleto y un árbol muy especial -respondió Keyleen, sintiendo que cada descubrimiento era también un paso hacia la sanación de su propia familia.

-¿Me lo enseñas? -pidió Sofía, ansiosa.

-Claro, pero primero, necesito que me cuentes sobre tu día -dijo Keyleen, sintiendo que la conexión con su hermana era más fuerte que nunca.

Mientras Sofía hablaba sobre sus juegos, Keyleen se dio cuenta de que cada secreto revelado en el lago era también una luz para su propia vida. Aunque la búsqueda había comenzado como un misterio, se estaba convirtiendo en un viaje de autodescubrimiento y conexión familiar.

El amor y los secretos del lago estaban entrelazados con su propia historia, y Keyleen sabía que no solo debía desentrañar el pasado, sino también construir un futuro más brillante.

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Entre Amor y SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora