-Y crees que por ser un pandillero estas exento del amor y de todo lo que este puede enseñarte??-
-No es algo que me interese??
Así que no me jodas!!-
-Bien Keisuke Baji espero no te arrepientas de dejar pasar esta oportunidad!!-
⚠️
*Esta historia...
Recuerdo muy poco de sus palabras pues cada que besaba mi cuerpo mi parte racional y consciente desaparecía ante el dulce calor que me daba; habíamos terminado en mi habitación y no me pregunten como es que llegamos ya que aunque lo supiera eso era lo menos importante pues mientras mis ojos no se despegaban del torso tan increíble de Baji también moría de pena por estar casi desnuda ante él....
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-Asi que no nacer eh!! -
-Aah esp...!-
-Sabes me encantaría comer esta zona de aquí, parece muy rica!! -
-Kei... Yo no hmph!! -
No se como acabo besando entre mis muslos en lo que yo me aferraba fuerte a las sábanas pidiendo que siguiera pero a la vez que no fuera a pasar lo que Emma nos contó... Estaba en un debate mental entre el placer y el dolor que no sabia si era cierto o no cuando su mano entró en mi pantaleta y delicadamente comenzó a frotar con sus dedos mi intimidad.
-Mmgh!! -
-Esa expresión que tienes ahora es hermosa!! Por favor nunca se la muestres a nadie más que a mi ok!!-
-Siii Kei! -
Mi pecho subía y bajaba desesperado en lo que mi zona íntima palpitaba ansiosa y el calor me golpeaba de lleno, su boca no dejaba de besarme, si no era en los labios, mi cuello o pecho eran su siguiente objetivo, sus dedos se sentían demaciado bien tanto que provocaban pequeñas descargas qué me hacían tiritar de gozo; estaba en el cielo tocando las nubes suaves y mullidas, había logrado regular mi respiración y seguir el ritmo de sus labios cuando entre una mordida juguetona y esa mano tentona introdujo dos de sus dedos en mi lo que ocasionó que me tensara de inmediato.
-Relájate linda! -
-Se sie...nte raro!! Baji tengo miedo!!-
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-Shh, déjamelo a mi juró que cuidaré de ti!! -
-Pe...per...-
Un beso me hizo callar cuando el comenzó a mover sus dedos de adentro hacia afuera lentamente, no mentiré ni diré que se sentía genial o al menos no al principio pues la realidad era que ardía un poco aunque supongo que como fuimos avanzado sus besos y caricias me ayudaron a distraer un poco la atención de mi zona siendo así como todo empezó a fluir, comencé a sentir como mi intimidad se humedecia haciendo que su invasión fuera menos brusca, luego inicio un sutil cosquilleo en las plantas de mis pies, espalda y estómago que iba en aumento según el movimiento de su mano.
