Capítulo 2. Los patitos dicen.

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—¡Max! ¡Max! ¡Unos minutos, por favor! ¡Dinos cuál es el estado de salud de Checo! ¡Los fans quieren saber qué sucede!

El bullicio de reporteros acercándose no lo ponía nervioso, aquellos días de sentirse abrumado por una multitud se habían acabado, pero escuchar las preguntas que le hacían y las especulaciones eran suficientes para hacerle enfadar.

Red Bull tenía un equipo de relaciones públicas y marketing que se encargaban de la prensa, el comunicado oficial había sido que la salud de Checo era estable, pero que se perdería de al menos dos carreras hasta que hubiese actualizaciones de los doctores que le cuidaban. La prensa no sabía que Checo había estado en coma, pero ese día tendrían una serie de entrevistas con el equipo de PR para aclarar las dudas y decir lo que había sucedido, omitiendo el hecho de que Sergio tenía amnesia, por el momento debían ser sinceros con los fans y la prensa y el equipo aseguraba que los fans empatizando con lo que le había sucedido a Checo, reduciría el golpe de la FIA y también la mala prensa.

Max no estaba listo para hablar sobre Checo y su hijo frente a todos aquellos extraños, pero el equipo lo encontraba necesario, así que tenía que hacerlo. Era un buen encabezado de noticia, el alfa campeón del mundo de la Fórmula 1, dolido por el estado de salud de su compañero y pareja, regresa a la carrera. Se había molestado demasiado, pero entendía que todo eso era un negocio y él tenía que jugar su parte también.

Se sentaron a la mesa Alice, Horner, Raymond y Julián que eran los managers de ambos y él, en medio de todo eso, como el foco de la atención.

El equipo ya le había dicho que daría una declaración preparada y contestaría algunas preguntas, lo demás lo manejarían los managers y Horner. Algunos habían dicho que era excesivo que los managers de ambos aparecieran, pero querían dar el mensaje a la prensa de que el asunto era más delicado de lo que se podría pensar, sin dar más especulaciones, querían prepararse en caso de que la situación de Checo no avanzara.

Estaba distraído y tenso, apenas podía prestarle atención a las cosas que estaban diciendo, su manager le movió un poco cuando hubo una pregunta dirigida a él y no la había escuchado.

—Oh... ¿Puedes repetirlo?

—Sí, claro. Señor Verstappen, ¿cómo cree que afectará la situación al rendimiento del equipo?

Max frunció el ceño y sintió que le hervía la sangre. ¿Eso era todo lo que les preocupaba?

—Checo sufrió un accidente y ha estado en coma por diez días, lo único que me preocupa es que él esté bien y se recupere, el rendimiento del equipo no es ni de cerca algo que me preocupe justo ahora.

A partir de esa respuesta las preguntas comenzaron a fluir con más presión. Alice y Horner manejaron la información de salud y el manager de Sergio dio su declaración, respondiendo ante la situación que se presentaba.

—¿Cómo se encuentra su cachorro, señor Verstappen? —Preguntó otro hombre en la multitud y Max tuvo que contenerse.

—Él está bien, está con Checo y su familia en Mónaco. No hay nada más que decir de él.

—Debe ser difícil tener que dejar a su familia en medio de todo esto, ¿puede decirnos más del diagnóstico médico de su esposo?

Max iba a contestar, pero Alice se adelantó a responder esa pregunta.

—Como ya dijimos antes, su salud es estable, el señor Verstappen no contestará más preguntas acerca de la salud de su esposo el señor Sergio Pérez ni de su hijo. Muchas gracias.

La conferencia fue un borrón de cosas, Max apenas había puesto atención a menos de la mitad de las cosas que le habían preguntado o que habían dicho. Solo quería salir de ahí.

Por si un día me recuerdas {Chestappen}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora