Capítulo 7. Algunas verdades

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—¡Papá chocó! —Fue lo que salió de la boca de Patito, asustado cuando vio la pantalla donde transmitían la carrera.

Sergio sintió un tirón en su lazo y sujetó a Patito con fuerza, quedando helado un momento cuando la colisión entre él y Lando se hizo inevitable. Todos en el garaje de Max comenzaron a movilizarse porque sabían que recibirían a Max probablemente furioso por la colisión mientras que los demás veían las pantallas y daban instrucciones.

Horner miraba la pantalla con mucha seriedad, Max había logrado sacar el carro adelante después de ese choque, pero Lando no pudo hacer lo mismo. Casi estaba seguro de que Christian pensaba lo mismo que él, Max no se contuvo porque era una riña personal.

Lando seguía peleando con él de forma sucia y el león traía la provocación desde antes del inicio de la carrera. Una venganza personal, eso había sido, Max no se caracterizaba por ser alguien que suelta sus riñas personales, mucho menos sus rencores, lo que había sucedido con su omega fue la gota que derramó el vaso, no tendría piedad en la pista para Lando y aun si el británico trataba de pelear, se aseguró de sacarlo de la competencia para que no olvidase quien era el dominante ahí. Sin importarle si eso provocaba malos comentarios por la prensa, algún tipo de multa por parte de la federación o alguna reprimenda por parte del equipo. Se lo cobró, humillando al británico de la única forma legal que podía hacerlo, pero era la más satisfactoria.

—Papá está bien, no te preocupes, él está bien. ¿Ves? Solo fue un empujón. —Sergio intentó calmar a su cachorro que parecía angustiado, él también lo estaba, esperaba que el impacto no hubiese lastimado a Max, pero ya lo había visto entrenar, era un alfa duro y competitivo, así que esperaba que físicamente estuviera bien.

Desafortunadamente la carrera terminó en un desastre para Max quien terminó fuera del podio y Lando fuera de la carrera. Podía sentir el lazo tenso y palpitaba con enojo, aunque no sabía si es que Max estaba enojado debido a perder la carrera por la colisión contra Lando o porque todavía no sentía que fuese suficiente venganza contra el otro alfa.

Tendría que esperar para saber.

Afortunadamente saldría más rápido, tomaría sus deberes con los medios, la reunión con el equipo y podrían irse, solo tendría que esperarlo así que llevó a Pato a la habitación de descanso de Max donde le puso algo de caricaturas en la televisión mientras este garabateaba en un cuaderno de dibujos.

—Papá ya se tardó. —Dijo el pequeño, dejando sus crayones porque ya no le interesaba garabatear más y se levantó, yendo hacia el sofá donde estaba su padre omega.

—Seguro no tarda, debe estar hablando con su equipo sobre lo que pasó. —Sergio le recibió en sus brazos a su pequeño y se resignó a que, por ahora, para calmar su angustia, el pequeño seguiría pidiéndole pecho, porque el pequeño de inmediato se colaba debajo de su ropa y era inevitable, tenía que acomodarlo y permitírselo ya que notaba que se relajaba bastante cuando hacía esto.

Todavía pensaban consultarlo con un pediatra en cuanto tuvieran tiempo, pero por el momento seguiría permitiéndoselo.

Unos minutos después Max por fin apareció, su rostro denotaba cansancio, pero no olía a enojo ni nada negativo, seguramente se había calmado antes de llegar ahí para no molestarlos con su aroma amargo.

—Me cambiaré y podemos irnos. —Se anunció, como si supiera que ya era suficiente espera la que habían tenido que pasar.

—Ven a sentarte un momento, no tenemos tanta prisa, ¿cómo te sientes? —El alfa obedeció sin chistar, porque necesitaba el confort de su omega, así que se dejó caer en el sofá y se acercó a darle un beso en la mejilla y le dio otro a Patito en la coronilla de su cabeza.

Por si un día me recuerdas {Chestappen}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora