Capítulo 14. Después de todo, ha salido el sol.

858 130 11
                                    

—Y... listo... —Checo terminó de aplicarle el protector solar en el rostro a Max para que pudiera irse a jugar en la arena con Patito y Carlos quien ya estaba rascando en la arena después de que Charles le hubiera puesto bloqueador hasta dejarle blanca la espalda. Le dio un beso en los labios a Max y después de que este sonriera, fue con su hijo y con el otro alfa.

Patito usaba un traje de baño completo, de mangas largas y un sombrero de palma que su abuelo le había regalado y con el que parecía muy feliz mientras llenaba una cubeta con arena.

Leo ladró y Charles dejó que el perrito fuese a jugar en la arena también. Sassy y Jimmy eran gatos finos que no apreciaban ensuciarse las patas con arena, preferían la comodidad del aire acondicionado de la casa y sus camas suaves, pero apreciaban la vista, así que se quedaban en el ventanal.

—En definitiva necesitaba esto. —Charles mencionó, estaba recostado en un camastro y miraba a los dos alfas jugar con Patito en la arena y Leo rascando a lado de Carlos.

—Te dije que sería una buena idea que vinieran. —Checo se sentó en el camastro que estaba a lado de Charles y disfrutó de la vista. Aunque tomó su móvil para sacar un par de fotos de aquellos jugando.

Tan pronto la carrera de Bélgica había terminado y les habían permitido dejar el país, habían ido a Mónaco, recogido a los gatos y se habían alejado de todos los medios. Dejarían que fueran los abogados los que lidiaran con el asunto legal, por ahora todo lo que querían era dejar ese horrible capítulo de sus vidas detrás.

Checo estaba seguro de que necesitarían terapia, ya había hablado con su hermana sobre eso y ella había estado de acuerdo, comenzarían a tomar sesiones individuales con distintos terapeutas para saber cómo navegar el trauma que había ocasionado todo ese asunto. Patito también tomaría sesiones con una terapeuta infantil, para asegurarse de que los traumas de esa época no se quedaran con él y que no ocasionaran alguna secuela cognitiva.

Todavía tenía que hacerse revisiones médicas y estudios debido a la amnesia que sufrió, pero en general podía decir que recordaba todo. Su vida había vuelto a él, probablemente había algunas cosas que todavía tenían que descubrir si recordaba, pero parecía que todo caía en orden nuevamente. Solo necesitaban tomárselo con calma.

Habían decidido tomar las vacaciones en México y habían invitado a Carlos y Charles a ir con ellos porque habían sido una parte de apoyo muy importante para ellos y Checo estaba convencido de que el clima de México favorecería muchísimo al monegasco.

—Checo... —El menor se acomodó en el camastro y se quitó los lentes de sol. Estaban bajo la sombra de una palapa amplia que daba una sombra agradable. —Tengo algo que decirte.

—Dime. —Checo bajó el móvil y prestó atención.

—No quiero decírselo a Carlos todavía porque... no quiero que se ilusione. —Mordió su labio inferior, sonriendo nervioso.

—No puede ser. ¿De verdad? —Sabía a lo que se refería, ahora que lo mencionaba, el aroma de Charles era más dulce que de costumbre, al principio pensó que debía tratarse de quizá su celo acercándose, pero no, era algo más grande que eso. —Tienes que decirle.

—No sé cómo... No sé cómo decírselo, ¿qué tal si sucede lo mismo? No creo que pueda soportar ver que su corazón se rompe nuevamente. —Charles ahogó un sollozo y trató de tranquilizarse o su lazo se tensaría y por ende su alfa sabría que algo sucedía.

—Charles... —El mayor le tomó de la mano y sonrió ampliamente. —Para eso son alfa y omega, para eso están juntos. Debes decírselo. Y pase lo que pase, vamos a estar ahí con ustedes. Aunque... pienso que esta vez será diferente, puedo sentirlo.

Por si un día me recuerdas {Chestappen}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora