Capítulo 6. No sé en quién confiar

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La carrera fue una victoria cerrada para Max, cuando habían vuelto a la hospitalidad de Red Bull y de ahí hacia el garaje de Max, el alfa ya no estaba, pero por alguna razón notaba que todos ahí estaban tensos y le daban miradas que parecían esconder algo, pero igual se quedaron y habían tenido que ver la carrera por las pantallas, pero a mitad de esta Checo pidió regresar a un lugar más tranquilo donde pudiera descansar junto a su cachorro porque le seguía doliendo la cabeza y el ruido de los carros y la ida y venida de personas lo estaba estresando más de lo que quería admitir, cosa que ponía amargo su aroma y provocaba que Pato estuviera intranquilo también.

Así que decidieron esperar en la hospitalidad de Red Bull, donde habían creado un espacio seguro y privado para Sergio y su cachorro donde pudiera ver la carrera sin nadie que estuviera molestándolo y por supuesto ningún camarógrafo que pudiera colarse.

No fue hasta que le avisaron que tenía que ir a la celebración del podio de Max que tuvo que tomar fuerzas y tratar de pretender que todo estaba bien.

—Mónica...

—¿Sí? —La chica levantó su mirada del móvil donde leía instrucciones que le mandaban.

—No le digas a nadie que ya recuerdo el inglés.

—Uh...

—Por favor... —Ambos caminaron un rato en silencio, pero la omega asintió después de algunos pasos más.

—Descuide... No le diré a nadie. Aunque si me deja darle un consejo... debería decirle al señor Norris que no diga nada tampoco.

—Tienes razón... Gracias, Mónica.

(...)

La celebración taladró su cabeza incesantemente, pero se aguantó lo más que pudo, intentó poner buena cara y observar a Max en el podio. Lando también le miraba, sonriente, pero asumía que se debía a que estaba feliz por ganar un segundo lugar en la carrera, los podios eran importantes y debían celebrarse.

Algunos reporteros quisieron acercarse, pero Horner, Alice y otros del equipo le protegieron y con su típica frase de "Sin comentarios", alejaron a los reporteros que querían acercarse a ellos.

—Quita eso de la cabeza del cachorro. —Horner se dio cuenta de la gorra que el niño llevaba, pero ya les habían tomado fotos de la celebración con Pato usando la gorra de McLaren que Lando le había regalado.

Mónica tradujo lo que Horner había dicho y Sergio agradeció que la chica siguiera jugando el papel, al menos por ahora sentía que podía confiar en ella.

—Lo siento, no recordé que la traía, Lando se la regaló. —Respondió él, en español, manteniendo la fachada y Mónica tradujo para Horner quien asintió. Checo escondió la gorra y Alice se acercó rápidamente para ponerle a Pato una gorra de su padre alfa.

—Seguro que nos harán preguntas de eso, dile a Checo que tendremos que decir que fue un regalo y que el niño no se la quería quitar porque su tío Lando se la regaló. —Alice le dijo a Mónica, quien tradujo de inmediato para Sergio y este solo asintió.

—Huele demasiado a Lando, ¿qué sucedió? No traduzcas esto, ¿por qué él huele a Lando? —La alfa parecía preocupada.

—Es que el niño salió corriendo y fuimos por él, lo encontramos con el señor Lando y lo abrazó de agradecimiento y seguramente le pegó su aroma. —Mónica explicó y Checo intentó seguir poniendo atención a lo que ellas decían mientras que fingía ver el podio y alegrarse por la victoria de su esposo que se estaba bañando con champaña con Lewis y Lando.

—¿Por qué dice que huele a Lando? —Horner se unió a la conversación, Checo comenzó a estarse nervioso, porque no le daría tiempo de ir a limpiarse si es que lo que había pasado con Lando no había estado bien, no eran manada, no debería haberse dejado marcar por el otro alfa.

Por si un día me recuerdas {Chestappen}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora