Capítulo 7: Poeta en Nueva York

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me encanta leerlos, llenadme el capítulo de comentarios <3

...

El día del cumpleaños de Martin llegó, y Juanjo, tras aceptar la invitación a la pequeña reunión, decidió que lo adecuado sería llevarle un regalo. Sabía que un libro sería una elección acertada; como bien sabéis, Martin era un apasionado de la literatura y tenía una especial predilección por la obra de Lorca. Con la idea de encontrar algo que realmente le gustara, Juanjo salió decidido a cumplir su misión.

Se dirigió a la librería de su barrio, un lugar que conocía bien y que su familia había frecuentado durante años. Al entrar, el sonido de una campanilla resonó en la tienda, y el aire cargado con el aroma de libros antiguos y nuevos lo envolvió. Las estanterías, repletas de volúmenes, parecían apretarse contra las paredes, dejando solo un estrecho pasillo para moverse. Detrás del mostrador, una mujer de mediana edad, con gafas de montura gruesa y una expresión severa, lo observaba con atención, como si midiera cada uno de sus movimientos.

Con la esperanza de encontrar rápidamente lo que buscaba, Juanjo recorrió la tienda con la vista, intentando localizar la sección de poesía. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que la organización de la librería no era la más intuitiva. Tras varios minutos de búsqueda infructuosa, decidió que lo mejor sería pedir ayuda. Se acercó al mostrador, tratando de sonar seguro.

"Hola. ¿Tenéis algo de Lorca?"

La mujer lo miró por encima de sus gafas, su expresión inmutable, pero Juanjo no pudo evitar notar un destello de juicio en sus ojos, como si estuviera evaluando la sinceridad de su petición.

"Lorca... No, aquí no tenemos nada de eso," respondió la dependienta con un tono que no lograba disimular su desagrado.

Juanjo sintió una leve incomodidad subirle por el pecho. Pensó en lo ridículo que debía parecer buscando un escritor tan controvertido en una librería de un barrio conservador. Se dio cuenta de que probablemente había cometido un error al elegir ese lugar.

"De acuerdo, perdón por las molestias," se disculpó, dispuesto a salir de la librería lo más rápido posible. Mientras comenzaba a caminar hacia la salida, escuchó el sonido de unos tacones acercándose rápidamente detrás de él.

"Yo puedo ayudarte," surgió una voz femenina, deteniéndolo en seco.

Juanjo se giró, sorprendido, encontrándose con una joven de cabello oscuro y ojos grises frente a él.

"Perdona por entrometerme, pero no he podido evitar escucharte," continuó la chica, con una sonrisa. "Eres Juanjo, ¿no? Yo soy Jimena, soy vecina tuya, aunque creo que no me recuerdas."

Juanjo comenzó a situar a la chica en su memoria. Recordaba haber jugado con ella alguna vez cuando eran pequeños, pero habían pasado demasiados años desde la última vez que se cruzaron.

"Bueno, eso no es lo importante," siguió Jimena, sin darle tiempo a responder. "Aquí tienen buenos libros para la universidad, pero no encontrarás nada realmente interesante de Lorca. Yo estaba buscando unos textos para mi carrera, estudio psicología. Pero si quieres algo de Lorca, tendremos que ir a otro tipo de librería. Conozco un lugar perfecto y puedo llevarte. Perdona, hablo mucho. ¿Qué te parece?"

Juanjo parpadeó varias veces, aún descolocado. La espontaneidad de Jimena le resultaba desconcertante, pero también refrescante. A pesar de lo repentina que había sido la propuesta, había algo en ella que le transmitía confianza.

"Te sigo," respondió, confiando en su intuición.

Salieron de la librería y comenzaron a caminar en silencio. La ciudad estaba viva a su alrededor, pero ambos estaban absortos en sus pensamientos. Finalmente, Juanjo rompió el silencio.

Entre el amor y la leyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora