Los alfas salieron del auto y se acercaron a las tres personas que hablaban en la entrada del edificio.
—¿Está todo bien, Jimin?
—¿Necesitas algo?
Ese era el día de los sustos y sobresaltos para Jimin. Ya estaba a punto de tener un ataque por los nervios.
—¿Quiénes son ustedes? Esto no es asunto suyo —dijo el viejo Sung.
—Él trabaja en nuestra empresa y llegó aquí con nosotros, así que sí es asunto nuestro.
—Entonces, sí puedes pagar muchacho. —El viejo se dirigió a Jimin— ¿Cuál es el problema? Tienes trabajo y ganas dinero. Necesito que pagues la renta hoy o deberás irte.
La actitud del hombre no le gustó en absoluto a los alfas.
—Aún no recibo mi paga y, además, el cobro es excesivo. Ya le dije que no puedo pagarlo.
—¿Cuánto es lo que debe pagar? —preguntó Yoongi.
El viejo vio su oportunidad de ganar dinero al ver a dos hombres tan elegantes y que se veían dispuestos a soltar dinero por el muchacho. Así que les dijo cuanto era el nuevo monto del alquiler y que debía pagarlo inmediatamente.
Los alfas vieron la fachada del edificio que se notaba viejo y en mal estado. No era un lugar ideal para vivir y lo que estaban cobrando por la renta era un robo.
—Eso es un robo, señor. Está cobrando demasiado por un lugar que no tiene condiciones.
—Es lo que es, y si el chico quiere seguir teniendo donde vivir debe pagarlo —renegó el viejo Sung.
—¿Tienes muchas pertenencias, Jimin?
—No, señor Jung. Sólo mi ropa y algunos recuerdos de mi familia. El resto de enseres pertenecen al departamento.
—Sube y recoge todo. No vas a pagar tanto dinero por una pocilga que a simple vista parece a punto de caerse.
—Pero... señor Min. No puedo hacer eso ¿A dónde voy a ir a estas horas? ¿Dónde voy a vivir?
—Haz lo que Suga dice, Jimin. Recoge tus cosas. A donde irás es lo de menos. No seguirás viviendo aquí.
El viejo Sung estaba furioso, pero no había nada que pudiera decir o hacer. La señora Monoban miraba a Jimin con pena, pero contenta de que hubiera alguien respaldándole. Su experiencia y sus años de vida le decían que esos señores junto a él le cuidaran muy bien de ahora en adelante.
Media hora después, Jimin bajaba las escaleras con una maleta y un par de cajas. Eso era todo lo que poseía.
—Señor Jung. Pueden dejarme en un hotel de paso y disculpen todas las molestias que se han tomado conmigo el día de hoy. Realmente estoy muy apenado.
—No tienes que disculparte. Ese hombre quería aprovecharse de ti, como seguramente lo está haciendo con los demás inquilinos. Y no irás a un hotel. Te quedarás en nuestra casa hasta que encuentres un nuevo departamento en mejores condiciones.
—Oh. Pero yo no puedo hacer eso. Sería demasiado.
— No rezongues y sube al auto, mocoso. No tenemos toda la noche y muero de hambre. —Yoongi hablaba con su habitual desinterés, desde su lugar en el auto frente al volante.
Y como decir que no. Él solo quería complacer a los alfas y si obedecer era la manera, lo haría aunque muriera de vergüenza. Suerte que fuera ya de noche y no se notara lo roja y caliente que tenía la cara.
***Llegaron a un área elegante de la ciudad donde había solo residencias grandes y finas. Jimin se sentía fuera de lugar, pero ya estaba ahí.
La casa era grande y hermosa desde fuera. Con grandes ventanas al frente, de una sola planta, pero amplia hacia los costados, con un jardín a los lados del camino de la entrada principal.
Entraron a la casa y guiaron a Jimin por un pasillo hasta una habitación vacía. —Aquí dormirás —dijo Jung—, tienes tu propio baño y en los gabinetes encontrarás lo que necesitas.
El chico de cabellos rosas miraba en todas direcciones desde que había entrado a la casa. Era enorme, el color en las paredes ayudaba a la iluminación de las lámparas. Los muebles iban a juego unos con otros y parecía que si tocaba algo iba a romperlo.
Solo la habitación en la que dormiría era casi del mismo tamaño que el departamento entero en el que hasta hace menos de una hora había vivido.
—Muchas gracias, señor. Prometo que no estaré aquí mucho tiempo. Hablaré con mis amigos y encontraré un lugar donde mudarme para el fin de semana.
—Solo no molestes y estaremos bien. Tú en tu espacio y nosotros en el nuestro. —El habitual tono molesto de Yoongi ya era parte de la vida de Jimin y hasta se le hacía tierno a veces.
—Por supuesto señor, Min. No causare molestias. Se lo aseguro.
Dejaron al chico para que se instalara en la habitación y se fueron a su propio cuarto.
¿En qué momento habían llegado a eso? Yoongi no lo sabía. Él era el más reacio a aceptar o reconocer que había algo entre él, su pareja y ese omega.
Por su parte Hoseok era más abierto a dejar que la situación fluyera y los llevará a donde los tenía que llevar. Estaba demasiado bien con su relación, pero si el destino quería jugar con ellos de esa manera no había nada que pudieran hacer.
Y ahí estaban, en su habitación, contemplando el hecho de que tenían a ese omega que les había llegado a poner la vida de cabeza viviendo en su casa.
—Esto es raro, Hope ¿Que estamos haciendo?
—No lo sé, pero creo que deberías de dejar de ir en contra del destino y solo dejarlo ser.
—No salgas con esa mierda otra vez. Me conoces y sabes que no creo en el destino. Tú y yo somos prueba de que lo que se supone que está establecido no existe.
—Escúchate, Suga. Está bien no creer en el destino, pero la cuestión es que somos tú y yo y ahora está él ¿Te imaginas si en lugar de ti o de mi fuese otro alfa? Empiezo a pensar que esto ya estaba escrito. Nosotros estamos conectados desde hace tiempo. No podemos crear un lazo, pero nuestros lobos se reconocen y se quieren y ahora...
—Ahora llegó el omega con aroma a flores a entrometerse.
—No seas necio. No es así. Él no apareció para separarnos. o acaso ¿tú atracción por él reemplaza la que sientes hacia mí?
—Por supuesto que no. No hables estupideces.
—Ahí lo tienes. Tenemos las mismas sensaciones. No sé trata de hacernos a un lado entre nosotros para ir por él, sino de estar los tres juntos.
—Pero, ¿cómo podemos asegurar que él se siente de la misma manera y no está interesado solo en uno de nosotros? Porque si ese es el caso, se puede ir por donde vino y salir de nuestras vidas.
Era verdad que no conocían la perspectiva del omega sobre esto el asunto. Pero pronto lo tendrían que saber.
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INOPINATUM |YSM|
FanfictionMin Yoongi es un alfa de veintisiete años y dueño de su propia compañía disquera. En sociedad con Jung Hoseok, otro alfa de la misma edad. Hombres liberales y poco creyentes en esa mierda de los destinados, un alfa para un omega, ni los lazos de par...