INOPINATUM |YSM|

EXTRA ³/ NAMJIN

Los primeros conciertos de SeokJin fueron un éxito. Tenía agenda llena para los siguientes seis meses y muchas más reservaciones para participar en diferentes eventos, giras locales y una que otra propuesta para un tour internacional. Era todo y más de lo que había imaginado. Luchó por mucho tiempo para ser y tener lo que tenía hoy. Tocó cada puerta que veía, hasta que al fin en un lugar le dieron la oportunidad. Le debía todo su éxito a SOPE ENTERTAINMEN y estaba agradecido con los directores por creer en él y su talento.

Lo que nunca esperó fue encontrarlo a él allí después de tantos años. El que había sido su amor de niño, uno prohibido por la naturaleza. Creyó que era parte del pasado. Lo que no esperaba, con lo que no contaba, es que ese amor infantil, del que, por cierto, él nunca supo, volvería a la vida. Siendo ahora ese hombre un atractivo alfa y no otro más que su destinado.

¿Por qué él?

Hubiera preferido a cualquiera menos a él. Hace tanto que no lo veía, lo creía olvidado, pero no era así. Que difícil había sido para SeokJin evadirlo, alejarse. Sólo el aroma que desprendía lo volvía loco. Ese olor a tierra mojada, a lluvia fresca, iba a ser su perdición si permanecía cerca. Lo más doloroso era que quien estaba destinado a ser su alfa ni siquiera lo recordaba y, tal vez era mejor así. Si Nam no sabía quién era él, se cansaría de perseguirlo algún día.

— Jin. Jin, espera. Jin ¿Por qué me evitas?

Hablando del diablo.

—No lo estoy evitando, señor. Tengo mucho trabajo y mi agente me espera.

—Sí lo haces. Sabes lo que somos y aun así me evitas. Jin, puedo olerte desde el piso de arriba. Tu aroma a miel me descoloca completamente. —Desde que lo vio en la primera reunión, NamJoon supo que era su destinado. Pudo olerlo como si tuviera la nariz pegada a su cuello, aunque los separaba una mesa de más de seis metros de largo. No entendía por qué Jin se esmeraba en alejarse.

—No somos nada, señor y no lo estoy evitando. Simplemente tengo trabajo.

—Jin, eres mi destinado. Lo sabes, pero no quieres aceptarlo ¿Qué está mal? Si es por tu carrera, debes saber que yo nunca me voy a interponer con eso. Reconozco tu talento y el potencial que tienes. Puedo apoyarte en todo lo que quieras.

—¿Realmente quieres saber qué es, Kim NamJoon? Entonces ve al restaurante Jungsik para la cena esta noche. Llega puntual a las nueve y descubrirás porque tú y yo no somos, ni seremos compañeros. —Jin se fue a paso rápido. Realmente era el momento de revelar su identidad, de dejarle claro a NamJoon porque no podían estar juntos.

***

A las nueve en punto, NamJoon entraba al restaurante antes mencionado. Estaba sorprendido por la actitud enfadada de Jin al final de la conversación, pero no perdería oportunidad de luchar para que su destinado lo aceptara.

En la recepción preguntó por una reservación a nombre de Kim y fue guiado a una mesa del área privada. Grande fue su sorpresa al ver a su tía en esta.

—¿Tía Irene? Que coincidencia encontrarte aquí. —Saludó sorprendido.

—Querido, ¿mi hijo no te dijo que yo estaría aquí? Cuando me llamó me dijo que cenaríamos contigo. Hace tanto que no te veo. Desde que murió tu padre, te fuiste siendo muy joven y han pasado muchos años. Mírate nada más, eres un apuesto alfa.

NamJoon frunció el ceño mientras se acomodaba en una silla.

—Tía ¿Tu hijo es Jin?

—¿No lo recuerdas? ¿Qué pretende ese hijo mío al no decirte nada? Pero supongo que no tenías que recordarlo. Tenías dieciocho años cuando te fuiste y mi Jinnie tenía apenas nueve. Realmente sufrió cuando te fuiste, era muy pegado a ti.