Trece

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Un mes llevaba trabajando Jimin en SOPE ENTERTAINMENT y una semana en casa de sus jefes.

Aún no encontraba un nuevo departamento y no es como si quisiera irse. Se sentía bien rodeado del aroma de los dos alfas y sintiéndolos a su al rededor prácticamente todo el día. Aunque sabía que tenía que irse pronto, no debía abusar de la hospitalidad de sus jefes.

Cierto era también que los alfas se estaban acostumbrando demasiado a que el omega vagara por ahí en su casa por las noches.

—Señor Min. He terminado de organizar todas las citas y horarios de mañana y quisiera pedirle permiso de retirarme temprano el día de hoy.

—¿Sucedió algo? ¿Ya hablaste con Hope? —preguntó Yoongi, levantando la vista del computador.

—Tengo una prueba importante esta noche en mi clase de danza y necesito practicar antes. Y si, ya le pedí permiso al señor Jung.

—¿A dónde irás a practicar? Si necesitas espacio puedes usar una de las salas de práctica. Creo que hoy nadie las está usando.

—¿Puedo hacer eso, señor? ¿De verdad? Me ahorraría mucho tiempo al no tener que ir hasta el campus para usar los salones de baile.

—Puedes hacerlo. Nada más no hagas un desastre.

Ahí estaba otra vez el tono desinteresado. Pero Jimin solo le sonrió y le agradeció con una reverencia para retirarse de la oficina.

La verdad era que Yoongi prefería que no saliera del edificio. Toda la semana habían estado pidiendo el almuerzo por delivery para no enviar a Jimin a la calle y que no se expusiera a ser atacado de nuevo.

Y por las noches cuando tenía prácticas lo llevaban en su auto y luego uno de ellos iba a recogerlo. Ninguno decía nada sobre la rutina que habían empleado en tan solo una semana, así estaba bien para los tres.

Jimin llevaba ya una hora practicando en una de las salas, con unas mallas que se pegaban más a su piel por el sudor y una camiseta holgada.

Bailaba con mucha pasión y de vez en cuando cantaba la letra de la canción, eso lo hacía sentir más la música fluir por su cuerpo.

...Cuando me llamaste
Me convierto en tu flor
Como si estuviera esperando
Florecemos hasta que nos duele
Tal vez esto es la providencia del universo
Solo tenía que ser eso
Tú sabes, yo sé
Tú eres yo, yo soy tú...

Sus movimientos eran sublimes y tenía los ojos cerrados mientras cantaba y bailaba.

...El universo se ha movido por nosotros
No hubo ni un pequeño error
Nuestra felicidad estaba destinada a ser
Porque me amas
Y te amo...

De pronto llegó a él como una ola contra las rocas, esa mezcla de aromas que lo tenía desde hace un mes en una constante necesidad. Pero no detuvo sus movimientos. Se sabía observado por dos pares de ojos y empezó a bailar con más pasión y más sensualidad. No entendía de dónde venía la osadía, pero solo se dejó llevar por su lobo que intentaba seducir a esos dos alfas.

Los alfas estaban hipnotizados por los movimientos y el fuerte aroma del omega bañando la habitación. Se movía como un ángel y cantaba como uno también. La necesidad que sentían ellos también era abrumadora, pero solo se quedaron de pie observando hasta que la melodía terminó y el baile se detuvo.

—Bailas excelente, ¿sabías?

—Gracias, señor Jung. Hago mi mejor esfuerzo.

—Ya te había dicho que cantas muy bien, mocoso, pero lo que acabo de escuchar es angelical.

—No es para tanto, señor Min. No soy tan bueno como quisiera y es justo por eso que me esfuerzo más cada día. Esto es lo que me gusta y a lo que espero dedicarme algún día.

—Tu aroma es muy fuerte aquí dentro justo ahora. Suerte la nuestra que nadie más pueda percibirlo.

—Lo siento por eso, de verdad. Sé que no es de su agrado sentir mi aroma todo el tiempo.

—En eso te equivocas, mocoso —Yoongi se acercó hasta estar frente a Jimin. Muy, muy cerca—. No es que no nos guste, es que nos vuelve locos y sabes a lo que me refiero.

—Así es, pequeño. Sabes que nosotros dos somos pareja, aunque seamos alfas y eso no va a cambiar, pero desde que llegaste has dado vuelta a todo en lo que creemos.

Para ese momento Jimin se encontraba rodeado de los dos alfas, demasiado cerca para poder mantener la compostura por mucho tiempo.

—¿Qué tienes que decir a eso, Jimin? —Hoseok urgía al omega por una respuesta.

—Yo... no lo sé, esto es confuso. Me siento extraño estando cerca de ustedes y pienso que no es normal sentirme así, por dos alfas a la vez y peor aún, tienen una relación entre ustedes. Yo no debería sentir estas cosas.

—¿Te molesta que seamos pareja y te gustemos del mismo modo?

—No me molesta en absoluto, señor Min. Eso lo hace aún más atrayente, pero sigo pensando que no es normal.

—Oh, pero eso lo hace más interesante ¿Por qué no dejas que pase lo que tenga que pasar? Y te olvidas de los estereotipos y lo que es correcto y lo que no.

Entonces Jimin tenía a Hoseok pegado a su espalda respirando sobre su oído y a Yoongi sujetando su cintura mientras se acercaba más para besar sus labios.

Su corazón estaba a punto de explotar y por más que intentaba no podía controlar las feromonas de excitación que empezó a desprender por el beso suave y lento que estaba recibiendo y el calor del otro cuerpo a su espalda.

—Te gustó.

No era una pregunta. Yoongi sonreía ladino y Hoseok tomó su barbilla para girar su rostro y besarlo, ahora él de la misma forma mientras su cuerpo era apretado aún más entre los dos hombres.

Estaba a punto de dejar de respirar por la excitación y los alfas estaban sintiéndolo, ellos también estaban calentándose mientras los aromas se mezclaban y se hacían más fuertes.

El beso de Hoseok se rompió. Jimin jadeaba, buscando regular su respiración, pero un gemido inesperado salió de su boca al ver que los alfas se besaban entre sí, frente a él, ahí tan cerca. Estaba siendo presionado entre dos cuerpos grandes y calientes y la escena era digna del premio a la más ardiente del año. Un pene rozando sus nalgas y otro empujando contra su cadera.

Pero la magia se rompió cuando sonó un teléfono en alguna parte.

—Hola.

Jimin, estás retrasado. La prueba está por comenzar ¿Dónde te metiste?— Era su compañera de clases.

—Voy en camino. Pronto estaré ahí.


INOPINATUM |YSM|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora