Dos días después de aquella unión, Jimin se encontraba sentado en el gran sofá, en la amplia sala de la casa. Hoseok y Yoongi le pidieron descansar. El trabajo podía esperar unos días y aunque no quisiera, se quedó en casa para complacer a sus compañeros.
A cada momento las imágenes de ese día se reproducían en su mente y un cálido sentimiento envolvía su pecho. Aún se le hacía un poco vergonzoso el recuerdo, pero también excitante y emocionante, al sentir como palpitaban a cada lado de su cuello las dos marcas que aún se encontraban frescas y sensibles.
Con todo y la distancia entre la casa y la compañía, podía sentir bajo la piel cada sensación de los alfas junto a su alma. Era una sensación difícil o mejor dicho imposible de describir. Sentir a dos personas diferentes dentro y sobre él en el sentido más íntimo que se conoce es simplemente indescriptible.
Seguía un poco adolorido, pero al parecer el desgarre que sufrió se estaba curando rápidamente. En las primeras horas no podía siquiera sentarse o recostarse boca arriba. Estuvo prácticamente un día entero, acostado boca abajo, pero qué más daba ya. Ser el omega de dos de los alfas más imponentes y reconocidos era increíble, aunque a él eso poco le importaba. Más allá de todo eso, él amaba a sus alfas por quienes eran con él y para él.
Jimin se dedicó a ordenar un poco la casa, aunque está se encontraba impecable y para el tercer día solo en la gran morada, decidió preparar por sí mismo el almuerzo para sus alfas y llevarlo hasta la compañía.
Además, había hecho un recordatorio mental de llamar a su mejor amigo y preguntarle sobre lo que le había dicho el señor Wang. Algo de eso le preocupaba, sus dos amigos eran toda la familia que tenía, sumando ahora a sus alfas.
Preparó los alimentos con mucha dedicación y los empacó perfectamente en recipientes herméticos. Para la una de la tarde, ya se encontraba dentro del taxi que había pedido unos minutos antes por teléfono.
En el camino hasta el edificio de SOPE ENTERTAINMENT, tomó su móvil y llamó a Taehyung. Luego de tres timbres de espera su amigo respondió a la llamada.
—¡Minnie! ¿Cómo estás? He estado preocupado por ti estos días.
—Hola, TaeTae. Estoy bien. Te llamo para saber si podemos vernos, quisiera hablar contigo de algo.
—¿Está todo bien?
—Sí. Todo bien. No es algo que tenga que ver conmigo de lo que quiero hablar. Tal vez no sea mi asunto, pero tengo curiosidad y estoy un poco preocupado.
—Está bien. ¿Te parece si nos vemos mañana, después de que salgas del trabajo?
—De hecho, desde el día que llegó mi celo no he ido a trabajar. Pero te contaré todo después. Ven a casa, a la hora que gustes. Estaré esperándote.
—Okey. Te veré mañana en tu casa, entonces.
Colgó la llamada y pensó en lo raro que se sentía llamarle casa -su casa- al hogar de Yoongi y Hobi pero es que ahora también era el suyo.
Aunque le costara asimilarlo. ahora es un omega enlazado con un vínculo 'doble' e irrompible. Se sentía bien, el triple de bien.
En su corazón podía sentir la emoción de su propio lobo y el orgullo de sus alfas mezclándose en un sentimiento que sólo podía describir como calentito. Una mantita tibia que envolvía su pecho, a su animal interior y a él mismo en una bruma de desbordante amor y protección.
Mío.
Mio.
Escuchó en su cabeza. Era el llamado de sus compañeros que se sentía más cerca y fuerte con cada minuto que pasaba de camino al edificio donde no hace tanto había conocido su destino.

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INOPINATUM |YSM|
Hayran KurguMin Yoongi es un alfa de veintisiete años y dueño de su propia compañía disquera. En sociedad con Jung Hoseok, otro alfa de la misma edad. Hombres liberales y poco creyentes en esa mierda de los destinados, un alfa para un omega, ni los lazos de par...