Veintisiete

513 49 1
                                    

—¿Dos cachorros?

—Así es señor, Min. El latido es inconstante y distorsionado porque son dos corazones los que escuchan. —Respondió el doctor.

—Doctor Park ¿Está todo bien con los cachorros? —Esa era la inquietud de Jimin.

—Claro. Hasta el momento, todo está muy bien con los bebés. Pero deberá venir dentro de tres semanas para una nueva ecografía y poder verlos mejor. Debe tener ciertos cuidados prenatales y por lo demás todo será normal.

—¿Doctor?

—Dime, joven Jimin.

—Yo tengo una presentación en la universidad dentro de un mes y quisiera saber si puedo... si no hay problema en que siga mis prácticas en mi estado.

—¿Qué clase presentación?

Jimin explicó al doctor en detalle lo que tenía que hacer. La importancia del evento y en qué se basaba la rutina.

—Debes tener mucho cuidado. El hecho de que los cachorros aún sean muy pequeños te da cierta libertad de movimiento, pero no debes sobre esforzarte ni fatigarte demasiado. No te estreses y toma los descansos necesarios entre prácticas. Por lo demás, todo debería estar bien. —El médico dio luz vere a Jimin.

—Gracias, doctor.

Dos bebés

¿Qué sigue ahora? Deseaban que todo saliera bien. Ninguno de los tres lo esperaba, pero definitivamente era una grata sorpresa, una que resultó ser doble.

***

—Cariño ¿Quieres algo de comer? ¿Estas cansado?

—Estoy bien Hobi, gracias. —Jimin apreció el gesto de su alfa cuando volvieron a la oficina. —Debería volver a trabajar, aún no termino de redactar los contratos que son para mañana.

—Deberías dejar de trabajar. —Comentó Yoongi como si nada—. No lo necesitas. Prácticamente has terminado la universidad y no te hace falta nada. Sería mejor que te quedaras en casa.

—¿Me estás pidiendo que sea un mantenido, Yoongi?

—No, claro que no. Pero estás embarazado, amor. Deberías descansar y estar tranquilo.

—No soy un inútil. El doctor dijo que estoy bien. Puedo trabajar, incluso puedo seguir los ensayos y hacer mi presentación. Y no se les olvide que la señorita Jisoo también está embarazada y trabajó hasta que ya no pudo más. —Jimin hizo un puchero.

—Vamos cariño, no te enojes. Solo estamos preocupados por ti y los bebés.

—Lo sé —el omega de desinfló—, pero no quiero estar todo el día metido en casa sin hacer nada. Soy perfectamente capaz de trabajar.

—De acuerdo. Pero promete que, si te cansas o te sientes mal, pararas y nos lo dirás —Hoseok le dio un beso a Jimin en el pelo.

— Lo prometo. Ahora hay que trabajar.

Cómico era ver como dos alfas seguían al omega a todos lados como perritos. Ofrecían cada cosa que se les ocurriera, trataban de minimizar sus obligaciones en la compañía y en casa no hacían más que acurrucarse en la cama y darle mimos, suaves caricias sobre su vientre, que aún se encontraba plano, besos y abrazos.

Irónicamente el más mimoso resultó ser Yoongi, aunque se molestaba cada vez que se lo decían. No quería reconocer su lado tierno. Hoseok era el atento, trayéndole a su compañero cuanta cosa se le ocurriera. Jamás se hubieran imaginado en esa situación, estaban bien antes, ellos dos. Nunca habían deseado o imaginado su vida con un omega y ahora tenían uno, el mejor que les pudo tocar y mejor aún les daría cachorros pronto.

INOPINATUM |YSM|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora