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BAÑABA SU CUERPO bajo la reconfortante agua tibia que le regalaba su regadera; fue un día agitado y necesitaba dormir.
Cerró los ojos para evitar el ardor en sus ojos al enjuagar el shampoo hasta que sintió unas caricias que recorrían su cuerpo húmedo.
—¿Volviste?— preguntó con un tono juguetón; estaba dejándose llevar por el toque de quien pensaba que era Hawks.—Hawks la última vez dijiste que no era correcto.
Sintió unos labios besar su cuello de manera intensa; proporcionando así una marca pequeña
—¿No lo es?— una voz ronca susurro en su odio; un escalofrío la recorrió por completo y se dio la vuelta para ver a el responsable.—Vamos nos estábamos divirtiendo.—Reclamó mientras intentaba volver a atraparla.
Inmediatamente alzó sus manos en señal de atacar; al lo cual el sonrió con burla.— Estas mojada.— informó.— Si ocupas tu quirk en estos momentos te vas a quemar.
No se equivocaba era algo que Crystal le dijo cuando estaba enamorada de él; conocía cada una de las debilidades de su quirk sin falta.
—¿A que vienes?— pregunto con asco intentando tapar su cuerpo desnudo un silencio invadió el baño uno que aprovechó la peli blanca para dedicarse a mirar con atención a Dabi analizándolo
Vestía su ropa común y parecía no importarle que se estuviera mojando; pronto de su cabello un líquido semi oscuro empezó a bajar por su rostro.
—¿Tinte?— preguntó para sus adentros con algo de sorpresa. Algo indignada por no saber su tono natural.
Pronto recordó que estaba completamente desnuda enfrente suyo; él ni siquiera se molestaba en ocultar su mirada lujuriosa y eso era molesto.
—Lárgate de aquí, Dabi.— ordeno mientras le proporcionaba un golpe en su cara impulsándolo hasta que su espalda chocó con la puerta de su baño
—¿No me atraparás?— preguntó con algo de ironía.— Por favor solo quiero charlar contigo unos minutos.
Lo lejos que se encontraba el de las cicatrices fue suficiente para que pudiera tomar su bata de baño y tapar su cuerpo.
—Se quien es la persona que te está traicionando.— dijo algo más serio sabiendo que eso haría que Crystal fuera más accesible.
—¿Te estás burlando de mi? Idiota.— preguntó mientras se acercaba a él con pasos firmes.—¡Lárgate! Ser insufrible ¡Te odio!
—Si me odiaras ya me estarías esposando. Escúchame por favor.
—¿Tu que ganas con venir aquí?— pregunto con rabia mientras lo tomaba de la camisa mojada que llevaba puesta.
En un rápido movimiento la inmovilizó contra la pared apretando fuertemente su antebrazo contra su propia espalda mientras su otro brazo lo alzaba para quitarle movilidad sus piernas las encarceló entre las suyas para no darle oportunidad de darle alguna patada o lo que más temía, un buen golpe en sus testículos.
—No vuelvas a querer golpearme no se te olvide que soy un chico malo.— informó con algo de burla.
—¿Que ganas con estar aquí Dabi?— pregunto aún con su actitud brusca.
—Un revolcón.
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