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—UNA PERSONA LOGRÓ CONTACTARME para decirme unas cuantas cosas que a ti Thunder no te van muy bien.— su voz era seria indicando que no estaba bromeando; pero claro era que Crystal no se confiaba ni un poco.
—¿Así que te dijo?— preguntó con algo de ironía.
—Como el proyecto a el que llamas "Freedom".— susurro con burla, pues en esos momentos él llevaba el control de la situación
El rostro de Thunder cambió rotundamente; se le veía consternada y su distracción hizo que las posiciones cambiaran. Ahora era Dabi quien estaba sobre ella encarcelándola.
—Pero descuida es algo que no le he dicho a la liga.—Agregó mientras acariciaba la mejilla de Crystal.
—¿Quien te dijo eso?— preguntó con algo de molestia ante el tacto de Dabi.
—Si te digo no podria jugar contigo.— respondió socarrón mientras la dejaba en libertad.— Por ahora me iré pero no trates de delatarme o algo por el estilo y otra cosa me gustaría tener una llave de tu casa no quiero volver a entrar a la fuerza.— se puso su chaqueta y salió de la habitación con tranquilidad, sintiendo la mirada penetrante de la mujer americana.
Sus pasos resonaron por el pasillo y seguidamente los pies descalzos de Crystal lo siguieron hasta la salida de su hogar.
—¿Que es lo que quieres Dabi?— volvió a preguntar viéndo como tomaba un juego de llaves que colgaba en su porta-llaves de la entrada
—Ya te lo dije Crys.— se acercó a ella tomándola de el mentón acortando su distancia—Eres la mujer más codiciada de Japón y America, mi ego es grande.
Su voz se volvió ronca y su aliento acariciaba los labios de Thunder con ansias, y aunque no era un beso la albina sintió un cosquilleo que la incitaba a acortar la distancia; aún así podía recordar que él era un villano que la estaba prácticamente extorsionando
Observó los orbes azules de Dabi tan intensos como sus llamas recordando aquel sentimiento que tuvo por el hace años, y fue así como de las cenizas algo volvió a encenderse dentro de ella como si estuviera esperando volver a flamear con tanta desesperación que podía sentir su pecho arder.
No reacciono cuando el hombre salió de su casa hasta que dio un portazo que la sacó de su trance; pronto la culpa y el asco se hicieron presentes en ella tanto que perdió el equilibrio
Se sentía traicionada, traicionada por ella misma al volver a sentir algo por aquel villano, se había prometido no volver a dejarse manipular por un hombre o cualquier persona, prometió no ser débil ante ninguna situación y mantener su porte pero la aparición de Dabi fue la gota que derramó el vaso, la llave a su culpa más oculta y su miedo más sofocante.
Sus lágrimas caían sin parar mientras sus sollozos y negaciones salían con fervor, de sus manos unos pequeños rayos salían sin control ante su ataque de ansiedad causándole unas pequeñas quemaduras que le ayudaban a recordarle que necesitaba calmarse
Una vez recuperó el aliento y sus lágrimas cesaron logró reincorporarse logrando encontrar el sillón de su sala; se sentó con respiraciones profundas y su mano viajó hasta dar con la botella de whisky bajo la mesita central.
Fue por un vaso a la estantería y se sirvió un trago; regresó dejando caer su cuerpo con pesadez regando torpemente el líquido a lo cual no le dio importancia
Y mientras procesaba el ardor de el trago en su garganta habló.
—Idiota.— sus palabras salían con un odio inhumano e inmaduro; tal vez la situación indicaba que esas palabras eran dedicadas a Dabi pero en realidad estaba insultándose a sí misma.
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Al día siguiente volvió a su vida cotidiana con el ligero cambio por diseñar los dormitorios de la UA, aún así la duda de lo que haría Dabi con tal información la martirizaba; lo que más le causaba desesperación es que nadie y absolutamente nadie sabía sobre aquel proyecto llamado "Freedom".
Alguien estaba colándose en su laboratorio y manipulaba a tormenta para desbloquear ese tipo de archivos, alguien con un coeficiente intelectual alto, alguien de quien cuidarse.
Robar ese tipo de información no era como irrumpir en una oficina y tomar una carpeta en una caja fuerte, no. Era poder entrar a su laboratorio sin activar alarmas, encender la computadora sin que tormenta bloqueara el acceso y lograr entender como funcionaba el sistema avanzado.
Paso menos de dos semanas para terminar los planos de los dormitorios de la UA y una semana en actualizar la seguridad de la misma; faltaba medio mes para que las clases comenzaran y se convirtiera en profesora de la UA oficialmente.
Tal vez de ese modo se calmarían las aguas.
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