La casa de la familia Higurashi era una estructura completamente impresionante a los ojos inocentes, curiosos y firmes de Tsumiki. Nunca antes había visto un santuario así de cerca, a la distancia de un recorrido, de regreso a clases o ir a éste fueron las únicas oportunidades de ver a lo largo.Aunque... Se debe aclar el mayor sufrimiento de una joven con las energías al tope, son las escaleras del recinto. Fue una eternidad desde el punto de vida de la castaña, pero llegar a la cima alejo todo el cansancio del momento; el viento fresco, el aroma de la tierra mojada, las flores agitadas por el movimiento sutil de la corriente, el torii imponente, las pocas personas comprando talismanes, las padogas con aroma a incencio.
Era un panorama distinto a cualquier cosa vista a los ojos de la infante. Había seguido de cerca a la azabache hasta estar frente a una casa; una señora de cabello corto rizado la atendió asegurando cuidarla ese fin de semana con suma tranquilidad y una dulce sonrisa en el rostro.
── Tsumiki, ella es mi mamá. Higurashi Nadeshiko.
Escuchar el nombre de la madre de su tutora la hizo sentirse con más confianza y cercanía con ella. Se despidió desde el borde las escaleras de Kagome, sintiendo tristeza al verla irse, casi como un perrito siendo abandonado por un dueño. No era la situación pero si la sensación.
Si tuviera que describir la relación con la azabache, diría que es complicada en el mundo de sueños de Tsumiki. Quería a Kagome mucho, era dulce, amable, cariñosa y genial con ella, la toma en cuenta en diferentes actividades, no existe el favoritismo o competencia entre Megumi y ella; al mismo tiempo sentía una incomodidad en lo más profundo del cariño que siente por la ojos zafiro.
No quiere olvidar a su madre.
Kagome llegó a dar esperenzas a sus vidas, esa esperanza trajo consigo hermosas experiencias, si bien su progenitora no era la persona más amorosa de la vida, era atenta con ella y pasaban poco tiempo juntas, poco a poco fue olvidando su rostro, su voz, el aroma del perfume que usaba.
Los recuerdos se fueron como una estrella fugaz...
No era lo que quería Tsumiki, quería guardar aunque fuese un diminuto recuerdo con ella. Pero le resultaba muy difícil conseguirlo; de ahí proviene la incomodidad de estar mucho tiempo con Kagome. A diferencia de Megumi, quien, no le tenía mucho afecto a su madre, más bien era respeto, le fue fácil adaptarse a la presencia de la chica. Incluso cabe la posibilidad que la vea más como una figura materna que su propia mamá.
Cualquiera que los vea en la calle pensaran que son familia, por las características similares en ambos. Se sentía como una intrusa... Sumando descubrir la verdad detrás de las raras "habilidades" de Megumi. Ella no pertenecía ahí... No es su mundo, no es su familia, era una intrusa.
Una familia ideal... Pese a que Gojo no era alguien cercano a ellos, el cuadro de verlo cargar a Megumi, Megumi hacer muecas de desagrado total y Kagome en medio intentando arreglar la situación regañando al albino... Era una imagen familiar, amorosa... Algo que no le pertenecía, por eso tomo la decisión de mantener distancias, aparentar que no le cae bien Kagome para no estar cerca.
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Liability ✓
FanfictionDos niños + Uno con complejo de niño = Responsabilidad. Esos eran los pensamientos de Kagome desde que su vida se cruzó con el mundo de las maldiciones y hechiceros. ✓ Jujutsu Kaisen & Inuyasha corresponde a sus correspondientes mangakas. ✓ La hist...