Alguna vez se ha visto a Gojo Satoru, el chamán más fuerte de este mundo. ¿Enojado?, es complicado verificarlo por la personalidad despreocupada, alegre, animada y bromista del mismo. Sin embargo ante los ojos de los presentes en ese lugar, provocó un escalofrío en todo el cuerpo. Ahí se encuentra el portador de los seis ahorcando prácticamente a Naoya Zen'in.
── ¡Gojo Satoru! ── Naobito grito tomando del brazo al más alto. ── No tienes la libertad de hacer lo que quieras en nuestro Clan.
── ¿No lo tengo?. ── murmura apretando el agarra, escuchando el intento fallido de Naoya en respirar. ── Me estás diciendo... ¿Qué debo permitir este trato hacia ellos dos? Solamente, ¿Porqué no sabes educar a tu hijo?.
Los ojos azules de Satoru reflejan el completo odio hacia el hombre. Aún escucha los pequeños lloriqueos de su pequeño erizo en brazos de su pequeña Kagome, le molesta las heridas en ambos... Si bien es cierto no conoce hace mucho tiempo no significa que en ese nexo, no comenzará a tomarles cariño y verlos como una familia, un concepto sumamente efímero al ser solamente usado con sus viejos amigos.
Le molestó que el clan Zen'in...no, le molestó que Naoya intentará hacerle un daño a una mujer; a la chica que no tenía ni un gramo de energía maldita para defenderse de un ritual. Atacar a una no-hechicera le traía recuerdos con Gesto; no porque el "heredero del clan" sea un amigo. Sino la situación que llevo a Suguru matar a esa aldea; sin medir su fuerza en absoluto se encuentra arrebatando la vida de forma tan sencilla y fácil.
Los ojos azules de Kagome tiemblan de impotencia ante el altercado, no quería causar un problema mayor. Ella es una desconocida, una sacerdotisa, un ser motivo y espiritual que nadie en ese mundo creía en su existencia, no tenía voz ni mando en el mundo de la hechicería, desde el momento que piso el Clan era la protegida del Clan Gojo por lo cual, debía mostrar educación en ese instante.
Pero.
Es muy diferente que ese hombre se metiera con un niño. Acepta su fuerte carácter difícil de doblegar, puede aceptar que la insulten pese a sus ganas irremediables de gritarle a la persona que lo hizo, sin embargo... Es muy diferente meterse con un ser inocente, no necesita conocer de años a Megumi, solamente unos pocos días le tomó un gran cariño, lo ama con todo su corazón.
Y en el preciso momento que ese tipo de horrible aura, hizo el primer movimiento en su contra. Sus sentidos se nublaron, la racionalidad se fue al caño y lo único que hizo fue aceptar el destino del enojo creciendo en el interior.
Aunque le carcomía la conciencia al ver el problema delante suyo. Con Fushiguro en brazos, se acercó a Satoru sintiendo las frías y malas miradas de los presentes, intentando carcomer su alma e intentar penetrar su energía sagrada. Lentamente alzó el brazo envolviendo con su mano la muñeca de Gojo.
Al principio los ojos azules que reflejan el mismo cielo, la vieron con desconfianza como si se tratara de una desconocida. Decidió bajar unos segundos la barrera que impedía dar a conocer sus poderes, para relajar por completo los sentidos de él. La mano alrededor del cuello del rubio, comenzó a flaquear hasta el punto de soltarlo por completo; el sonido sordo del cuerpo que cayó contra el suelo, despertó finalmente parpadeando varias veces.
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Liability ✓
FanfictionDos niños + Uno con complejo de niño = Responsabilidad. Esos eran los pensamientos de Kagome desde que su vida se cruzó con el mundo de las maldiciones y hechiceros. ✓ Jujutsu Kaisen & Inuyasha corresponde a sus correspondientes mangakas. ✓ La hist...