o n c e

562 55 21
                                    

El sol apenas comienza a salir cuando los chicos ya se encuentran caminando por las calles desoladas mientras arrastran sus cosas con desgana. No les parecía justo tener que abandonar al que ya comenzaban a llamar su nuevo hogar, por el simple capricho de un grupo de hombres psicopatas.

— Odio esto —Pop se queja mientras carga con su mochila y un bolso donde llevan parte de la medicina—. Odio tener que huir, ¿no sería más fácil pelear contra ellos y asesinarlos?

— ¿Estás demente? —Sailub lo observa—. Ellos fácilmente podrían acabar con nosotros.

— Pero nosotros tenemos a Pavel —señala al mayor—. Él puede matarlos.

— ¿Acaso piensas que soy un mercenario o algo así? —el mayor suelta un bufido—.

— Sea o no posible vencerlos, lo mejor es irnos pacíficamente —dice Nut—. No es necesario crearnos enemigos a estás alturas.

Después de eso volvieron al silencio incómodo de hace unos minutos. Pavel giró su cabeza hacia un lado y observó como Pooh y Pon iban entablando una animada conversación entre ellos. Mordió su labio inferior y prefirió seguir concentrado en su camino, aunque aún sentía una molestia en su pecho por haber sido testigo de esa escena.

Por su parte, Pooh reía por lo bajo mientras escuchaba a Pon contarle anécdotas pasadas de cuando iba a la escuela. Desde que hablaron sobre su relación, ambos acordaron quedar como los buenos amigos que ya eran, así que Pooh no sentía incomodidad al hablar con Pon y le alegraba no haber perdido su amistad.

— Creo que deberías acompañar a tu chico —le menciona el castaño mientras observa de reojo a Pavel—. Ya va más de cinco veces mirando hacia aquí, y parece que quiere asesinarme.

— No digas eso —lo empuja con el hombro—. ¿Por qué Naret querría asesinarte si no estamos haciendo nada malo?. Además, él y yo no somos nada...

— Aún —lo apunta con su dedo—. Igualmente ve con él, yo iré a hablar con Sailub sobre algunas cosas...

Pon se alejó dejándolo completamente solo y confundido. Observó hacia donde se encontraba Naret, y notó que se había adelantado lo suficiente como para caminar a unos cinco metros más lejos de ellos.

Tomó aire y apresuró sus pasos, esquivando a los demás chicos, hasta llegar a su lado. Naret no dijo nada, porque no había notado su presencia, hasta el momento en que Pooh se animó por tomar su mano.

— ¿Qué haces? —lo miró extrañado—.

— Tomarte la mano —le responde como si fuera lo más obvio del mundo—. ¿Acaso no puedo?

— No, yo... —mira hacia atrás verificando que nadie les haya visto—. Puedes hacerlo, pero...

— Te siento algo nervioso —sonríe de lado—. Tal vez lo mejor es que suelte tu mano...

— ¡No! —grita en susurros—. Está bien así, me gusta que me tomes de la mano.

Pooh sonrió divertido cuando notó el bonito sonrojo en las mejillas del mayor. Por otro lado, Lee quien se encontraba pateando una piedra que encontró en el camino, desvió su mirada hacia el frente donde pudo notar a su hermano junto a Pooh...tomados de la mano.

Sintió una presión en su pecho, por dos razones en específico. La primera, Pooh y su hermano parecían llevarse muchísimo mejor de lo que su hermano y él podrían haberse llevado alguna vez. Y la segunda razón era que Pavel, su propio hermano, al parecer estaba teniendo algún tipo de relación con el chico que le gustaba y que era su amor platónico desde hace un año atrás.

Porque si, a Lee también le gustaba Pooh. Pero nunca había sido capaz de expresarlo, ya que siempre se mentalizó con que no podría suceder nada entre ellos. Pooh era su amigo, la relación entre ambos no era tan fuerte como la que tenía con Pon, pero al menos sabía que Pooh le tenía cierto aprecio.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 01 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Walkers ~ PoohPavelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora