12.- El lloron Henry

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Minerva marks.

La cafetería donde había comenzado a trabajar era algo grande y parecía azteca.

Esta cafetería pagaba bien y no dude en aceptar la oferta de trabajo.

No podía rechazar esta oferta sabiendo que le quiero comprar un regalo a Venus, tenía varias ideas rondando por mi mente pero ninguna me parecía lo suficientemente digna para Venus.

Después de nuestra salida a ese lago admito que si me confundí cuando vi esa cabellera rubia con unos mariachis.

Luke, siempre tan imprudente incluso noté como Venus se avergonzaba pero a mi mente dio felicidad.

El rubio me había comentado de una salida con Venus y él iba a asegurarme de que Venus sintiera algo por mí para que yo no corriera riesgo de ser rechazada.

Luke es una mente maestra, después de volver a casa me contactó diciéndome que Venus efectivamente si sentía algo por mi, que sus expresiones la habían delatado y que podía seguir adelante.

Pero quería ir lento, mi madre siempre me regaña diciendo al típica frase "lo que llega rápido, rápido se va" así que quería ser paciente para descartar toda posibilidad de que Venus fuera algo pasajero.

Esperaba con ansias que ella sintiera lo mismo por mi, pero si ella aún no estaba lo suficientemente segura iba a esforzarme por enseñarle que puedo ser mil veces mejor que henry.

Ese estúpido ni siquiera debería ser llamado ex novio de Venus, me enteré de todo gracias al rubio y al preguntarle a Venus.

Como alguien podía decir cosas tan desagradables y después suplicar por un perdón.

Ya ni la rosa de Guadalupe se atrevió a hacerse tanto la víctima como ese.

Hablando de víctima, la sandalia estaba cada vez más sospechosa, de un día para el otro dejó de cruzarse con nosotras en el instituto.

Y si, la llamó sandalia porque decir su nombre me provocaba asco, aunque si ella se llegaba a enterar capaz no me amanecía con vida

Pero el que perdona murió en la cruz.

Volviendo a lo importante, Venus dijo algo sobre que le gustaban los collares, pero para regalarle el collar tenía una mejor idea.

Si decía que le gustaría un collar de la persona que le gusta y con un significado no dudaría en cumplirlo.

Pero no era el momento, aún.

Admito que estoy bastante decidida a estar con Venus pero a la vez estoy muy asustada porque soy tímida a veces.

Puedo aparentar muchas cosas pero si Venus me devuelve un piropo o algo me hago masita.

Sentí un pequeño dolor en mi cabeza.

Mire quien me dio un golpecito en la cabeza y me encontré a mi jefa.

— ¿Niña, que te tiene tan distraída? — Preguntó Lupita mientras ladeaba la cabeza con curiosidad.

— Ay, doña Lupita estoy enamorada.

— ¿Quien es la desafortunada?

Por eso estas vieja.

Me aguanté mi comentario porque después me despedía y no le podía comprar el regalo a Venus.

Y me acusaba con mi mamá.

— Alguien y desafortunada no es eh —. Ella alzó las cejas como si no pudiera creer que hablara yo de alguien. — Soy un buen partido.

— Claro que lo eres —. doña Lupita me dio la razón. — Siempre y cuando esa persona no le importe el trabajo extra de ser tu acompañante 24/7 y escuchar tus monólogos sobre pinturas todo el tiempo.

dime un sí y te amareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora