Always Together

𝐓 𝐇 𝐑 𝐄 𝐄

Regulus regresa a Grimmauld Place, todavía sorprendido por la visión de su prima. Ella no era la peor de la familia, más bien tranquila e incluso educada, pero sigue siendo Black, lo que prácticamente se traduce como la personificación del diablo. Realmente subestimó el daño emocional que le causaría regresar a Londres y no está listo para todo lo que se avecina.

Puso todo muy en lo más profundo de su mente por tanto tiempo, reprimiendo cada sentimiento, cada recuerdo como si fuera algo natural y es como si todo se derrumbara de repente.

Pero él nunca lo rechazó, no podía, no lo haría. Nunca querrá olvidarlo, actuar como si no fuera la mejor parte de su vida. Duele, por supuesto, muchísimo, pero lo necesita, se nutre de ello. Le debe a su amor el no negarlo nunca, el no reprimirlo nunca.

Incluso si quisiera, una mirada a Harry lo haría retroceder todos esos años. Se parece a él, pero con los ojos verdes y el ceño fruncido de Regulus. En todo caso, es reconfortante, de verdad. Como si James todavía existiera de alguna manera, como si el mundo nunca pudiera librarse del todo de James Potter. ¿Y por qué lo haría? El mundo probablemente se detendría sobre su eje.

Al principio, así lo parecía. Regulus nunca se imaginó que podía sentir tanto dolor a la vez. Podía sentir que cada hueso le dolía, cada órgano se contraía. Su cerebro estaba entumecido, como si no pudiera comprender bien lo que había sucedido. Al principio no había llorado, ni una lágrima. Estaba entumecido, pero todavía le dolía. Solo cuando los aurores pusieron a Harry en sus brazos, su cerebro le permitió llorar, sosteniendo el pequeño cuerpo apretado contra su pecho.

Nunca le dijo nada a Harry. En realidad, nunca le dijo nada a Harry. No era su intención, pero al principio el niño era demasiado pequeño y luego pasaron los años y cada vez le resultaba más difícil hacerlo. No podía obligarse a romper la paz de Harry. No podía obligarse a revivirla.

Se merecía una buena vida, crecer feliz y sin preocupaciones. Se merecía ser amado y Regulus se tomó la misión muy en serio y no puede creer que realmente haya tenido éxito. Harry creció y se convirtió en un joven tan cariñoso, divertido y atento. Es prácticamente lo opuesto a lo que era Regulus cuando era un niño. Probablemente tenga que agradecerle a los maravillosos genes Potter por eso, pero está orgulloso de sí mismo por haber participado en ello. Qué giro de los acontecimientos.

Y saber que tiene que romper esa paz, que la verdad se abre paso a un ritmo tan peligroso. No tuvo suficiente tiempo. Como siempre, Regulus nunca tiene suficiente tiempo y siempre ha deseado poder aprovecharlo, embotellarlo cerca de él y apreciar los momentos interminables. Desafortunadamente, nunca pudo. La magia está sobrevalorada si le preguntas.

Después de respirar profundamente unas cuantas veces, centra su mente en lo que realmente importa ahora que Harry está a salvo en Hogwarts. Sirius.

Entra en la biblioteca y se dirige directamente a su baúl, hurgando en el bolsillo interior de una vieja bata. Saca el preciado periódico. Es un ejemplar de hace unas semanas de El Profeta y lo despliega sobre la mesa.

EL ASESINO SIRIUS BLACK ESCAPÓ DE AZKABAN DESPUÉS DE QUINCE AÑOS

La visión de su hermano provoca una oleada de calor en todo el cuerpo de Regulus. La última vez que sintió tanto odio fue hace quince años, cuando descubrió que su propia sangre hizo lo impensable. Siempre había sabido que provenía de una familia podrida, pero solo entonces se dio cuenta de hasta qué punto. La traición, la pérdida que sintió... Nunca pensó que fueran posibles sentimientos tan profundos. Como de costumbre, los apartó, sin olvidarlos nunca, por supuesto, pero tenía que ser fuerte por Harry, tenía que salvarlo. Regulus ahora sabe que fue al revés todo el tiempo. Harry es la única razón por la que logró superarlo.