Wilhelm pestañeo un par de veces, comprendido las palabras que acaba de escuchar. << Él... él me ama y acaba de besarme.. pero me ama, alguien me ama por quien soy >> << Alguientan maravilloso como él me ama >>.Se apartó un poco para intentar mirar su rostro, aunque debido a su posición solo puede ver sus aplanados rizos. La luz daba sobre ellos haciendo lucir suave y brillante, lentamente comenzaban a ondularse nuevamente. Con un poco de duda llevo su mano a sus cabello enredando sus dedos en el, siendo recibidos por la humedad del interior, acarició con cuidado su cuero cabelludo, un par de veces, provocando que su cuerpo se relajara ante su tacto y que un gemido sorpresivo se fugara de sus labios.
Las mejillas de Simón se calentaron tanto que Wilhelm pudo sentir el calor emitido contra su torso. — Lo siento — dijo bajo intentado apartarse, pero Wilhelm apretó un poco su agarre de la cintura evitándolo. — No tienes que disculparte de nada — respondió en el mismo tono, mirando sus labios y deseas besarlos nuevamente.
— ¿Tu... me amas?— pregunto al cavo de unos segundos de silencio. Simón se alejó y lo miró frunciendo el ceño, de inmediato sintió como el pánico tomaba el control de su sistema.
<< Es autista no psicopatía, no hay forma de que se le olvide esto >> << Además mis besos son inolvidables >> << Modestia aparte>> << Lo peor que puede pasar es que ya no quiere volver a verme y... yo me quede solo extrañándolo por culpa de mi estupidez. No no no. Le hago brujería o le saco un cabello y se lo mando a mi abuela para que nos haga un amarre versión amistad >>.
De nada serviría arrepentirse o hacerse el idiota, lo había besado y le había dicho que lo amaba, y no hay forma de hacer que Wilhelm lo olvide o lo deje pasar como si nada, y aún más importante Simón no quiere que lo haga.
Se encogió de hombros mientras que asentía. — Si, te amo — admitió sin dudarlo.
Sus labios se entreabrieron lentamente, mientras que una exhalación salía de ello. Asintió un par de veces mirando al chico entre sus brazos. Lo ama, no tenía duda de ello, ese chico le había dado todo el amor, comprensión, cariño y aceptación que alguna vez soñó tener. Ama a Simón y le da terror que esto salga mal y perderlo. — Yo también te amo Simón —
Exhalo sintiendo como el alivio empapaba su cuerpo. Una amplia sonrisa se puso en sus labios mientras que sentía como su pulso se aceleraba aún más. El príncipe colocó su mano en su pecho, que subía y bajaba de forma repetitiva y exagerada, por la hiperventilación, podía sentir los latidos bajo su palma. — ¿Que pasa? ¿Te duele algo? — pregunto angustiado, al ver como su entrecejo se fruncía y su ojos se abrían con su mirada desorbitandose.
<< AY MIERDA LE ESTÁ DANDO UN INFARTO, O ALGÚN COÁGULO O UNA TROMBOSIS QUE AFECTA SU CEREBRO, SU PUSLO Y SU RACIONAMIENTO >> << ¡ME BESO DEBIDO A UN FALLO CEREBRAL! >>
Miró despertado el rostro y el cuerpo de Simón buscando alguien temblor muscular o sangrado. — Dime... dime que está mal — suplico con el miedo mezclado con la desesperación en sus voz. — ¿Te llevó a la enfermería? ¿Llamó a una ambulancia?..... Mierda... ¿Que hago? ¿Que está mal? — — Voy... voy a ir por Malin — anuncio ante de alejarse.
Simón lo sostuvo del brazo aferrándose de él y deteniéndolo. — Es que... Se detuvo al sentir como la temperatura de su rostro aumentaba. — Es que mi corazón late muy fuerte y rápido — admitió con vergüenza
Wilhelm se rompió en carcajadas con una amplia sonrisa, sus ojos se cerraron y su rostro quedó decorado por unas muy tiernas arruguitas al rededor de sus ojos y por un par de hoyuelos. Asintió aún riéndose, mientras que acariciaba su rostro y suspiraba aliviado. — El mío también... también —
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That Way: Young Royals (+18)
RomanceDespués de que el príncipe se vea en vuelto en una serie de incidentes, el mejor acuerdo que La Corte y sus abogados logran conseguirle, es que regrese a Suecia y continúe sus estudios en el internado Chilton, ahí conoce a Simón. Después de tres año...