La enorme y blanca sonrisa de Benedict apareció en su pantalla — Holaaa.. — saludo alargando las "a", con un tono demasiado alegre para ser las siete de la mañana.Suspiro frotándose los ojos. — Hola — — Aleja el teléfono — pidió
— ¡Oh! Disculpa Simon, es que esto es una locura — — Estoy haciendo el desayuno y tú hermano está arreglando los detalles de nuestras vacaciones — — Además tengo que empacar, salgo mañana a Nuremberg realizar una cirugía —. Colocó el teléfono sobre la encimera de la cocina, permitiéndole ver cómo revolvía unos huevos en su sartén y como su hermano estaba sentado tecleando con prisa, en el mismo comedor donde Simón se rompió el brazo a los nueve.
Su suaves y blanca mejilla tenía una mancha roja, que Simon supuso que era la salsa picante favorita de Nathanial. Benedict tiene piel y perfecta como buen Asiático, ojos cafés y rasgados, cabello corto marrón oscuro un poco despeinado y rasgos mancados y altos. — ¿Y qué tal esto por halla? — — ¿Como van las cosas con Linda? —
El rostro de Simón decayó cuando los recuerdos lo invadieron, no había vuelto a dirigir palabra con sus madre, ella se fue en cuanto los platos del incomodo desayuno se levantaron y ahora se está alistando mientras que Nicolás lo espera para llevarlo a la escuela.
— ¡Ay Dios! ¿Que hizo? — preguntó con seriedad, retirando el sartén de la estufa.
Bufo — Ella hizo... yo hice, no lo sé ambos lo hicimos. En fin en eso estamos —
— Simón si lo necesitas podemos ir por ti — — Dejamos todo esto y te traemos a casa—
<< Por favor >>. Una sonrisa triste se colocó en sus labios y aunque todo su ser le imploraba que aceptara, él negó. No podía hacerles eso a ellos, no nuevamente. — Estoy bien, ya lo solucionaremos —
Benedict lo miró inseguro. — ¿Qué tal tu y Anthony? — — Vi su nueva foto en Instagram, tengo que preguntar — — ¿Con que carajo lo alimentan? Yo recuerdo tener diecisiete y no lucirá así —
Simón sonrió encogiéndose de hombros.
— ¿También es complicado? —preguntó dudosoAsintió decaído.
— Como todas las relaciones, no te preocupes, te lo dice alguien que llevan catorce años en una y basándome en la experiencia de todos los conocimientos adquiridos después de tolerar tanto de aquel animal que llamas hermano, puedo decirte que las cosas pasan —
Nathanial apreció en la pantalla con una sonrisa ladeada y sus rizos despeinados — Hola — saludo con un tono alegre — ¿Como esta mi hermanito? —
Simón puso los ojos en blanco. — No me digas hermanito, ya no tengo siete —
— Eres mi hermano menor yo te voy a decir hermanito aunque cincuenta, es mi derecho — dijo con la misma solemnidad de un militar haciendo honores a la bandera y Benedict apretaba los labios conteniendo la carcajada
Bufo negando — Como sea —
— Déjalo en paz, está de mal humor, se peleo con Linda — pidió Benedict entregándole una garrafa de jugo
Bufo volteando los ojos — ¿Que te hizo la bruja? — pregunto de mala gana.
— Ay ya.. nada grave sólo discutimos, no es para tanto — respondió con fastidio, lo último que quiere es comenzar una conversación sobre su complicada relaciono con su madre, estando presente una de las personas que más la odia en el mundo. Nathanial la odia tanto que es capaz de hablar sobre lo horrible que es horas y horas, aunque Benedict siempre le recuerda no hacerlo al frente de Simón.
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That Way: Young Royals (+18)
RomantikDespués de que el príncipe se vea en vuelto en una serie de incidentes, el mejor acuerdo que La Corte y sus abogados logran conseguirle, es que regrese a Suecia y continúe sus estudios en el internado Chilton, ahí conoce a Simón. Después de tres año...