-¿Marshall?- preguntó el Dulce Príncipe mientras avanzaba por el bosque, dando ocasionales tropezones con las raíces salidas.
Nadie le respondía.
-¿Marshall...?- repitió el pequeño. Esperanzado de oír respuesta.
Nada. Sólo el viento golpeando las ramas.
-¿Marsh...? ¿Marshall?.
El pequeño príncipe volteaba a revisar su entorno. Giraba la cabeza a los lados y hacia arriba. Pero los rayos del sol lo hacían bajar la mirada.
Se quedó parado, unos minutos, en medio de aquella arboleda. Esperando alguna señal de su amigo. Pero nada.
Dejó escapar un suspiro. Se sentía en parte traicionado. Aunque cuando volviera con sus amigos, probablemente lo olvidaría. Decidió volver con los chicos, así que se dio la vuelta y comenzó a caminar a pasos lentos y cortos, dándole al vampiro una última oportunidad de aparecer.
Caminaba explorando su alrededor. Con la vaga chispa de esperanza. Volteo a los lados, revisó arriba... Y sintió unos brazos alrededor de su cadera a la par que se tropezaba.
-Eh.- dijo la voz del vampiro mientras lo jalaba para que el príncipe se equilibrara.
-M-Marshall...- musitó Gumball.
-Con cuidado. Pudiste caer, y te iba a doler.
-¿Cuándo lle-llegaste?- preguntó Gumball girándose para verlo a los ojos. Ambos estaban sonrojados.
Pero es que el pequeño vampiro aún mantenía al pelirosa agarrado de la cadera.
Gumball rió nervioso y su amigo lo soltó incómodo.-Acabo de llegar. De hecho, llegué a tiempo para atraparte.- respondió el mayor.
-Oh, qué suerte. Muchas gracias.
-S-sí, está bien. Perdón por la tardanza. Me tardé en convencer a mi padre de que me dejara salir.
-¿Porqué?- preguntó el menor.
-Sol.
-Oh. Es verdad. Perdón, no debí citarte a estas horas. Qué bobo soy.
-No eres bobo. Eres Bubba.
Los dos niños comenzaron a reír. Se sentían cómodos en compañía del otro.
Se pusieron a hablar de temas varios. Del colegio, de sus planes y de ellos. Querían conocerse más.
-Así que, Gumball, ¿qué color te gusta?- preguntó el vampiro.
-El azul y el amarillo.
-¡Pero estás todo de rosa...!- objetó el mayor.
-Lo sé, pero... Así nací. El rosado también me gusta. Combina con todo.
-Oh. Te, eh, te queda bien.- señaló Marshall sonrojándose.
-Gracias- el niño esbozó una amplia sonrisa -¿Y el tuyo?.
-Verde y negro.
-El negro es más que obvio. Es el color de tu cabello. Es... negro Marshall.- el príncipe abrió los ojos -¿Te gusta el rojo? ¿Cómo la sangre?
-Mmm... Es un color brillante, pero no es mi favorito. Como tú con el rosa.
-Vaya.
Y así, el recreo se les fue, hablando de cosas sin sentido y riendo por cosas aún con menos sentido.
-¿Qué harás de grande, Marshall?
-Aún no sé. Soy bueno en el colegio, pero no sé a qué dedicarme. ¿Y tú?.
-Al área de las ciencias. Quiero ser científico y experimentar.- respondió Gumball.
-Wow. Suena muy interesante. ¿Vas a descubrir cosas nuevas e inventar otras?.
-Sí. Haré importantes inventos.
-Cuando eso suceda, ¿llamarás a uno de tus inventos "Marshall"?- preguntó el vampiro ilusionado.
-Claro, sí quieres.
Ambos volvieron a reírse.
-¿A qué escuela asistirás de grande, Bubba?
-Mmm... Probablemente a alguna cara.
-Oh. Yo voy a trabajar y ganar mucho dinero mientras estudio.- aseguró el pelinegro.
-¿Para qué?.
-Para asistir a la escuela contigo, Gumball.
El príncipe se sonrojó violentamente y Marshall dejó escapar una carcajada.
Y así, lo que restó del recreo, los dos amigos platicaron aún más y se rieron todavía más.
Mientras tanto, los amigos de Gumball aseguraban que el pelirosa tenía indigestión.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Kasdfghjkl cuando crezcan serán bien sexys estos dos. Tú también lo serás. ( ͡° ͜ʖ ͡°)Perdón si se les hizo corto Dx no me maten.
Amor para todos x.
Dedicado a @akaneotaku por ser la primera en darme la oportunidad y votarme <3 Te amo. Gracias, en serio.
(ahora voy a dedicar a las bellezas xD pero se lo merecen, la verdad)
Y no quiero dedicar a más de una persona por capítulo, porque sino siento que no será tan especial como el que solo te lo dediquen a ti, ¿no crees?.
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Marcas de amor ✧ Gumshall
FanfictionEl primer encuentro de Marshall Lee y el príncipe Gumball se da cuando ambos son apenas unos pequeños de 7 y 8 años, respectivamente. Luego de un incidente para ayudar al mayor, éste queda con unas pequeñas marcas alrededor de su cuello. Y ambos ni...