El ladrón arcano en harry potter

Mission

Mientras Axel practicaba su magia, el sistema le dio una sorpresa.

*Timbre*

[Misión completada

•Cómo causar una buena impresión a las personas de este compartimento:

Recompensas:

->+1% Aprobación (Total 7%)

->Información sobre tu enemigo.

La información se transferirá siempre que usted dé su aprobación.]

Axel hizo una pausa.

'¿Por qué coj * nes?'

Todavía estaba pensando en cómo empezar su misión. Hasta ahora, solo había tratado de tolerar un poco su presencia y de responder algunas de sus preguntas, tratando de no ser grosero. ¿Y ya estaban impresionados?

'Quiero decir, ¿qué carajo?'

¿Es tan fácil causar una buena impresión hoy en día? ¡Era un lisiado, por el amor de Dios! Esperaba que lo llamaran lisiado, maricón, sangre sucia y todo eso.

'¿Por qué, sistema?'

[Los niños de este compartimento tienen buen carácter. No todos serán como ellos.]

—Bueno, eso es todo. —Axel volvió a practicar, sin prestar más atención a los demás ocupantes.

Sabe que ahora mismo está increíblemente débil. Ya no es tan diestro como antes. Parece que sigue siendo bastante rápido, pero no hay precisión en sus movimientos.

En general, le darán una paliza en una pelea real, ya sea mágica o muggle.

Lo único que tiene a su favor es su mente. Como se supone que es lo que debe soportar más daño, irónicamente es la mejor arma que tiene.

Pero su mente no puede ayudar mucho si no tiene poder de ataque. Por eso tiene que aprender magia lo antes posible.

—Lumos —murmuró.

Estaba susurrando el encantamiento del hechizo en un tono bajo y había suficiente iluminación en la habitación para que la débil luz producida por su varita no molestara a nadie.

Después de una hora, el hechizo Lumos había mejorado mucho. Simplemente no podía acostumbrarse al dolor agudo que le subía desde el pecho hasta el brazo y el dolor de cabeza era una perra.

Y el ritmo de mejora se había ralentizado mucho, así que pasó a la levitación, que era aún más difícil y dolorosa.

—¿Axel?… ¡Axel!

Una hora después, escuchó que alguien lo llamaba por su nombre y lo sacaba de su zona de confort. Para entonces, había logrado levantar el papel hasta treinta centímetros de altura durante un breve instante.

"¿Hm? ¿Qué?" Levantó la vista y vio que los demás lo miraban con preocupación o con incomodidad.

"Tu... condición no se ve bien. Deberías parar por ahora", dijo Rose, sus ojos verdes contenían genuina preocupación.