Más allá de las tinieblas

Capítulo 31 A'Sweet Drinks

—-Yo... —-dije nervioso, tenía la voz temblorosa, Leo sostenía mi mano escuchándome- yo... No sé cómo sentirme... Yo... No sé si... Triste... Alegre... Disgustado... Me siento... Cómo... Si... Fuera... un vaso... Lleno... Que sabe que va a desbordarse...-se me iba quebrando la voz mientras lo explicaba.

-Eve... ¿No se te desborda...? ¿O no dejas que pase?-preguntó Leo.

— ¿Qué? ...-pregunté confundido, algo confundido decía—. ¿Crees que no quiero sentirme mal por lo que pasó? ¿Crees que no me siento triste por la muerte de mi hermana? —Se salía un poco del coraje al decirlo, algunas lágrimas se retenían mucho—. Si es así, entonces dime... Dime cómo se debe sentir, porque yo ya no sé cómo me debo sentir, cómo debo reaccionar, solo dime.

—Pues lloras...-dijo Leo, agarrándome en los hombros, con las lágrimas, ante eso se iba soltando lentamente, las lágrimas tenían libertad—. Lloras...

Con lentitud salían más las lágrimas, todo ese peso se iba soltando, hasta que al final rompí en llanto con Leo, por lo que hice... Tal vez... Tuvo razón... Quizás hice eso por el hecho... De tener miedo de aceptar que no estaba bien; Sostenía fuertemente la ropa de mi novio, mientras me consolaba en ese momento, simplemente me desquitaba del dolor que sentía, simplemente lloraba.

Después de haberme desahogado Leonardo tenía unos pañuelos limpiaba mis mejillas de las marcas de lágrimas que quedaban, ambos íbamos bajando de la cama, así mi novio pudo hacer que saliera de mi habitación, JN esperaba afuera notando que estaba aliviada que saliera bien la situación, puedo entender la razón, ella era una buena... Hermana... Sé que es una hermanastra, pero yo la considero más una hermana, por la ayuda que me dio.

-Las... Las chicas... Quieren tomar unas bebidas en A'Sweet Drinks...-dijo Jennifer con el punto de avisarme de la actividad, qué si quería ir.

—-sí... Creo que necesito verlas... —-añadí con un tono sereno, pero también sensible, JN asintió.

-Puedes acompañarnos Leo...-sugirió Jennifer, el cual Leonardo aceptó la oferta.

Los tres salimos de casa, nos fuimos en el carro que tenía JN, en el camino solo hubo un silencio, era uno pacificó, tranquilo, ni se necesita una conversación para tener escenario agradable, pues ya estaba presente, estaba la iluminación que tenía la calle cuando se oscurecía, había colores rojos, amarillos, algunas luces provenían de las tiendas, los semáforos, incluso de los caros, el cielo de un azul fuerte, con las estrellas, la iluminación de las tiendas de noche, era una bella pintura Leo al verme mejor me acercaba junto a él para poder un gentil beso en la mejilla, en eso siento que carro de Jenny se detuvo, era porque ya habíamos llegado, ya estando fuera del vehículo, se encontraban Abi y Vicky junto a Emma, supongo que la habían invitado, pero mis amigas se hallaban sorprendidas al verme ya mejor, fueron conmigo me daban un abrazo cálido.

-Te extrañamos mucho... —comentó Vicky sosteniéndome en el abrazo.

Lo que podía hacer era corresponder, el abrazó a mis amigas, era un momento especial para ellas, pues sabían que su amigo estaba bien.

Luego de unos minutos, todo el grupo entramos a la cafetería, ocupamos un lugar para todo el grupo, todos pasamos un rato agradable, conociéndonos uno a otros, compartiendo ideas, pasiones, metas, incluso las ambiciones, un bello momento que sería disfrutable, pues... Después de este momento, éramos solo unos adolescentes, realmente es algo que se debe atesorar, junto a las dulces bebidas del café o de las malteadas, un final feliz para esta historia.

En el día siguiente tuvimos una mañana tranquila, ahora todos en el bachillerato estaban tranquilos, sin preocuparse mucho ahora que ya no estaba el "Sin Nombre" atormentado la ciudad, siendo sincero... Tengo una pequeña observación de Emma... La veo más confiada, tranquila, cabe resaltar que me alegró mucho con ella. Al verme, hace un saludo desde la distancia, en unos segundos se juntaron con ellas mis amigas y mi hermana haciendo el mismo gesto.

Todo estaba yendo bien, hasta que sentí una punzada, un presentimiento que pude percibir incluso en el aire, volteo a ver, junto al establecimiento de la escuela pasaban unas monjas, tenía algo sospechoso, no era paranoia... Porque... Portaban una mirada algo amenazante, como si pusieran su objetivo en la mira. Las tres tenéis unas expresiones faciales fuertes, como si pudieran romper un ladrillo con su rostro. Pero llegó Leonardo conmigo para abrazarme con un brazo.

-¿Listo para entrar?-preguntó con una sonrisa Leo, volteaba a ver las monjas, veo que ya no estaban.

-Si... Si estoy listo-decía algo distraído por lo que pasó.

¿Fin...?