Capítulo 29 Trice...

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Ambos se rugían entre ellos retando su fuerza, sin Excluir que se veían enfadados, hasta que al final decidieron realizar un movimiento, los dos corrían a su dirección, Trice le agarró fuertemente en la espalda rasguñando, también causándoles una gran herida, en consecuencia el "Sin nombre" rugía de dolor que cuando se separaron dejó un gran rastro de sangre que poco a poco tomaba forma de plantas, estás se expanden hacia mi dirección hasta lograr agarrarme de mi pierna, estás al enredarse con mucha fuerza fue liberando sus espinas haciendo que tenga unas heridas profundas.

-¡Everett!-gritó Leo con un brazo agarrando el otro, pensando que está lesionado-Leo tu brazo-dije preocupado, después me quejo de dolor.

-¡¿qué es esto?!-gritó exaltado, unos momentos llegaron Vicky y Abi, notaron la planta que se apretaba más mi perna encajando profundamente sus espinas a mi pierna, entre los tres con cuidado la agarraron, sus intentos de separarla provocaban que la liana se aferrara más a mi pierna e incrementando el dolor, hasta que Abi sacó una especie de navaja, Leo y Vicky la miraron sorprendidos.

-¿Qué? Uno nunca sabe, hay feminicidios en nuestro país —aclaró Abi, ella cortó rápidamente, sonó un extraño sonido de quejido, una parte se retorcía como una lombriz, la otra solo la parte de mi cuerpo, yo la agarré sintiendo una irritación, como si se tratara de una quemadura de fuego.

Los Tres se preocupaban por mí, mientras que yo por el portal, que al darle un vistazo note que se abría lentamente, tuve que utilizar de nuevo mis habilidades de telequinesis con el propósito de seguir cerrando la grieta, pero cuando alzaba la mano, está temblaba, tenía dificultad de mantenerla en esa posición, se oía fácilmente los rugidos de osos con los del "sin nombre"; sin embargo, yo seguía intentando mantenerme firme y mi mente concentrada en la acción que quiero hacer, de repente escuché los rugidos de osos que hizo mi hermana, rápidamente se vino una visión de ella muriendo, puesto que el monstruo me había encajado sus afiladas manos, haciéndola sangrar, parte de ella saliendo de su hocico, no quise aceptar la imagen que se me mostraba, tuve que reaccionar, voltear para comprobarlo yo mismo. Ahí está el retardo que se me presentó, algo que jamás quise que pasara, la caída de un ser querido. Había algo en mi interior, algo que me desgarraba por dentro, un impulso que exigía salir, una acción que pedía a golpes exponerse al exterior; yo solo... Grité, uno de dolor que se hacía más fuerte, añadiendo que el lugar sufría una especie de temblor.

El "Sin Nombre" se fue elevando en el aire completamente firme, daba una impresión de ser apretado por una soga, se quejaba de dolor, al igual que el ecosistema del lugar, el monstruo se apretaba su cuerpo lentamente, el sonido de sus huesos romperse era demasiado notorio, fue rugiendo más fuerte por el dolor, con sus últimos alientos emitía sus últimos chillidos, hasta que al final murió, cómo un cascarón vació, todo tieso. Caí cansado, iba agarrando aire, mi corazón aceleró de una manera muy descontrolada, Leo estaba a mi lado sorprendido, agachado conmigo, tanto era mi falta de atención por tratar de tranquilizar mi cuerpo, que jamás pude pensar que fui capaz de matar a la bestia, yo pude hacerlo... Muchos han tratado, solamente yo pude lograrlo, en eso vi el cuerpo de mi hermana.

-¡NO TRICE!-grité, quería ir para allá, pero Leo me detenía, me dijo-Everett tenemos que irnos.

-¡SUÉLTAME LEO! ¡TRICE! ¡TRICE! —gritaba, trataba de zafarse de mi novio, el cuerpo ensangrentado de mi hermana me miraba con sus últimos alientos, ella me sonrió, terminó cerrando sus ojos para descansar-¡TRICE!-grité.

-Everett-dijo Leo, agarrándome y llevándome hacia el portal.

-¡NO NECESITO ESTAR CON ELLA! ¡NECESITO A MI HERMANA! —exclamé, luego Vicky y Abi le ayudaron a llevarme, en eso el padre de Jennifer iba con nosotros para asegurarse que nada malo sucedía, me percaté que estaba el alma de Beatrice a lado de su cuerpo, dando una sonrisa acompañada de unas lágrimas observando lo que pasaba.

Más allá de las tinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora