Capítulo 26 se desató el caos

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Diego fue a cargar a Jennifer, nos escapamos del cuarto para no ser alcanzados por los demás oficiales, que ahora mismo tiene un propósito, atraparme para cerrar el portal, pero ¿qué? ¿Esto va a terminar cuando escapemos de aquí? ¿Qué me asegura que no me van a perseguir después de esta aventura? Creo que son hasta capaces de seguirnos hasta el fin del mundo si es necesario, no creo que sea una opción viable que huyamos a otro país, si es así... Entonces, ¿qué pasará con Puebla? Dejaríamos el portal madre abierto, que el "Sin Nombre" siga matando, que lo más probable es que expanda sus horizontes, lo que resalta más en este asunto es el alma de Emma, antes de irnos la ayudaría a volver a su cuerpo. Estábamos en afuera del establecimiento, desde lejos observamos a María que llevaba a los demás a una de las camionetas, nosotros ya íbamos en camino, sin previo aviso nos ilumina una luz de un helicóptero, luego vino otro, en él había un guardia que disparó a Diego electrocutándolo hasta dejarlo inmóvil, soltando a Jennifer y dejándola en el suelo.

Beatrice y yo nos quedamos quietos, sin mover un solo músculo, ya que suponíamos que la más mínima acción nos dispararían, mi vista fue a la camioneta vi a Leo que me miraba preocupado, le negué con la cabeza para qué no intente hacer lo que estoy pensando, él se dispuso a correr, su madre no puedo alcanzar a agarrarlo, fue hacia nosotros, fue detenido por los guardias, al igual que nosotros, nos aventaron al suelo, poniendo mis manos en la espalda, no obstante sentí una pequeña punzada, de alguna manera presentía que algo sucedería, a lado nuestro, Jennifer fruncía el sueño, como si tuviera un dolor de cabeza o algo la molestara, mientras que yo me preocupaba, luego ella abrió sus ojos, tenían un color verde esmeralda intenso, pero oscuro, empezó a flotar, los oficiales asustados se alejaron de nosotros, JN veía todo lo que pasaba a su alrededor, no decía nada, parecía una estatua.

—Señor, ¿qué hacemos?—preguntó el oficial desde el helicóptero, recargando su arma.

-Dispara idiota-contestó el señor Cruz.

Ellos no sabían que Jenny los estaba escuchando, con una simple giró de su cabeza hizo estallar al helicóptero, el otro que nos iluminaba fue cayendo y se estrelló en el suelo, JN nos miraba con una sonrisa de satisfacción, Leo poco a poco se acercó a mí.

-Everett... ¿Qué le pasa a Jennifer?—preguntó Leo.

-Su collar-susurré.

-¿qué?-cuestionó.

-¡Disparen!-gritó el líder, vinieron un centenar de balas a JN, pero las detuvo en su mente, dejándolos perplejos, con ellas cambió su dirección hacia los guardias, así matándolos.

-¡rápido, rápido!-gritó el jefe.

-Mátenla, solo mátenla, no importa que esté viva, solo traigan el nahual-Gritó el señor cruz.

-¡EVERETT TENEMOS QUE IRNOS!-gritó Leo asustado.

—No debo hablar con Jennifer, tal vez pueda tratar de regresarla a la normalidad-sugerí, en eso, un rayo de color verde cayó en el suelo.

-¿Cómo puedes hacerlo?-preguntó Leo, vio que los tanques que se le aproximaban, se destruyeron con un solo giró de su cabeza.

-una vez me metí a su mente, creo que puedo volver a hacerlo-dije.

Ella empezó a crear un remolino con la tierra que había, atrayendo a la multitud de guardias que se acercaban a asesinarla, los llevaba dentro, me levanté, me acerqué lentamente para ir con Jennifer, Leo fue tras de mí, pero con mucha dificultad, pero unas cuantas ráfagas de viento le impedían entrar, siento que probablemente no quiere que nadie entre, excepto yo, si no mal recuerdo una vez me había dicho qué yo era una persona cercana a ella, quién le diría que un don nadie cómo yo llegaría a ser un amigo de la chica más popular de mi bachillerato, tuvimos una buena vida, más bien éramos normales, cruce la gran ola de humo, dentro de él estaba la gran multitud de soldados flotando en el aire, sus ojos no tenían pupilas, su piel era más apagada, Jennifer parecía observarme, sin excluir que también estaba enfrente de mí, como si estuviera esperando una acción de parte mía, me sentía incómodo.

Más allá de las tinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora