Capítulo 14 no sé qué está pasando

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Bueno, para serles sinceros... Esta vez me encuentro en mi cama, aún despierto, meditando lo qué estaba pasando y también lamentándome por no haberles dicho la verdad. No quería ir al instituto, de repente Trice entro a mi habitación para quitarme las sábanas que tenía encima.

-¡ey arriba! ¡Tienes escuela!-exclamó Trice.

-no creo... Poder ir por lo que pasó...-dije con una voz cansada.

-Oye... Sé qué es horrendo lo que pasó... Pero no es excusa para no ir al Bachillerato.

-ok... Pero ¿qué puedo hacer? -pregunté.

-si las cosas no salen bien... Ven aquí a tomar un té y galletas-respondió- pero no creas que te libraste de tu castigo.

-de acuerdo...-por lo menos solté una risa ante su comentario, ya lo veía venir si soy honesto.

Enseguida de qué Trice se fue de mi alcoba, yo me estaba preparando para seguir mi vida, ahora que lo pienso, tal vez sea un pequeño alivio, saber que mis amigas sepan mi secreto, ya era muy agitador, se podría decir, ocultar está parte de mi vida o... ¿Podrían utilizarlo en mi contra? Muchas cosas pueden suceder, infinitas posibilidades de qué quieran continuar nuestra amistad o exponerlo ante el público... pasa que a pesar de estar en un mundo moderno, aún siguen presentes las mentes cerradas o el miedo hacia lo desconocido, creo que eso provoco en parte la santa inquisición, eso y la paranoia de la gente. Desde que llegué al Instituto se sintió raro al no ver mis amigas, no estaba Jennifer presente, supongo que no pudo venir, ellas al instante que me vieron se fueron de ahí, para evitarme verme, creo... Que hay cierto despreció o bueno es la impresión que me dan. Esta vez quería estar solo, lo pronto qué dejé mis cosas en mi casillero, me fui hacia las escaleras del instituto para estar en el techo del lugar, poder aclarar mi mente.

En el tejado de la escuela estaba muy tranquilo, con mucha paz y tranquilidad, solo pude ver a las personas que estaban platicando afuera, algunos conviviendo con parejas, leyendo u haciendo una actividad antes de comenzar las clases. En eso sentí la presencia de alguien más, de repente algo me tapa mis ojos.

-Adivina, ¿quién soy?-preguntó la misteriosa voz, respondí- Leo...

-hola Eve...-saludó Leo.

-hola cariño...-dije con una voz depresiva, Leo al notar esto se puso a lado mío, abrazándome- ¿oye qué tienes? ¿Pasó algo?

-Es que... tuve una pelea con mis amigas... No sé si quieran... Que nos sigamos viendo-afirmé.

-pues... Lo qué puedes hacer por ahora es darles un poco de espacio... Podrás hablar con ellas, cuando estén listas...-sugirió, después me agarró para acercarme hacia él-por ahora diviértete un poco.

-¿en serio?-pregunté sarcásticamente.

-oh vamos, dame solo una sonrisa-insistió, acto siguiente me tomó por sorpresa haciéndome cosquillas, obviamente logró su objetivo. Por unos segundos se detuvo, se me quedó mirando con una sonrisa cálida-no sabes cuanto significas para mí...-opinó.

- te quiero mucho leo...-añadí.

-Yo también te quiero.

En eso sonó la campana para entrar a clases. Los dos nos fuimos corriendo a nuestras clases para no tener una falta de parte de nuestras maestras. En la primera clase vi en mi brazo que se empezó a aparecer una nota: no pude ir a la preparatoria... No estoy bien... Perdón por dejarte solo''. En seguida le respondí: "de acuerdo... La verdad yo también no quise ir..." solté un pequeño suspiro, incluso el mismo día se veía gris, estaba nublado, con un clima fríos, era muy notorio, dejé de prestarle la atención al paisaje para dársela a la clase. El tiempo se fue volando y ya era la hora del almuerzo, esta vez me senté solo, me di cuenta de que Leo quería sentarse junto a mí, pero se sentó con el equipo de fútbol, aunque estaba preocupado, no sabía bien si tomó la elección de correcta de sentarse ahí, sin embargo, no me afecto mucho, él tiene el derecho de convivir con sus amistades. Al terminar de tomar mi almuerzo, me fui al patio de la escuela.

Más allá de las tinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora