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Un día, BangChan decidió llevar a los mellizos, Felix y Seungmin, al supermercado para hacer algunas compras. Todo iba bien hasta que, en un momento de distracción, se dio cuenta de que Felix no estaba a su lado. El pánico se apoderó de él.

— Seungmin, ¿dónde está tu hermano? — preguntó BangChan, tratando de mantener la calma.

Seungmin, con los ojos grandes y llenos de preocupación, solo pudo encogerse de hombros. La desesperación creció en el corazón de BangChan, y sin perder un segundo, sacó su teléfono y llamó a Minho.

— Minho, he perdido a Felix en el supermercado. No lo encuentro por ningún lado — dijo BangChan, con la voz temblorosa.

— ¿Qué? ¿Cómo pudiste perderlo? ¡Voy para allá con los niños! — respondió Minho, en tono de reprimenda pero con evidente preocupación.

En cuestión de minutos, Minho llegó al supermercado con el resto de los niños. Jisung, Jeongin, Hyunjin y Changbin parecían igualmente asustados, pero listos para ayudar a encontrar a su hermano.

— De acuerdo, nos dividiremos en grupos. Busquen en cada rincón y pregunten a cualquier empleado si han visto a un niño pequeño solo — ordenó Minho, tomando el mando de la situación.

BangChan y Seungmin se dirigieron hacia las cajas y la entrada, mientras Minho y los otros niños se dispersaron por los pasillos. Los minutos parecían horas mientras buscaban sin éxito. La ansiedad crecía con cada segundo que pasaba.

— ¡Felix! — llamaba BangChan desesperadamente. — ¡Felix, ¿dónde estás?!

Entonces, de repente, un pequeño y familiar "¡Papi!" resonó a lo lejos. Todos se volvieron hacia la dirección del sonido. Ahí, en medio de la sección de helados, estaba Felix, con un helado en la mano, acompañado por una señora mayor que sonreía amablemente.

— ¡Felix! — gritó BangChan, corriendo hacia su hijo.

Felix, con una sonrisa de oreja a oreja, levantó su helado triunfalmente mientras la señora lo sostenía de la mano.

— Lo encontré cerca de la sección de juguetes, parecía perdido y pensé que un helado lo calmaría mientras encontrábamos a sus padres — explicó la señora, entregando a Felix a BangChan.

— Muchas gracias — dijo Minho, aliviado pero aún con un toque de reproche en su voz. — Debemos tener más cuidado.

— Lo siento, Minho. Fue un momento de distracción y... — comenzó BangChan, pero Minho lo interrumpió con un abrazo.

— Lo importante es que Felix está bien — dijo Minho, con los ojos llenos de lágrimas de alivio. — Solo, por favor, ten más cuidado la próxima vez.

Los otros niños rodearon a Felix, felices de verlo a salvo. Seungmin, que había estado visiblemente preocupado, le dio un gran abrazo a su hermano.

— No vuelvas a asustarnos así, Lix — dijo Seungmin, con un tono serio pero cariñoso.

Felix, con su helado en mano, asintió solemnemente.

— Lo siento, solo quería ver los juguetes — explicó con inocencia.

De regreso a casa, la familia se sintió más unida que nunca. Aunque había sido un día lleno de tensión y miedo, también les recordó la importancia de cuidarse unos a otros y estar siempre atentos.

— A pesar de todo, lo importante es que estamos juntos y a salvo — dijo Minho, mirando a su familia con amor.

— Sí, y aprendimos una valiosa lección hoy — agregó BangChan. — Siempre debemos estar atentos y nunca perder de vista a nuestros pequeños exploradores.

Chaotic family | Stray kids Donde viven las historias. Descúbrelo ahora