"De acuerdo, profesor, pero hay algo sobre lo que tengo curiosidad."
"Adelante."
"¿Por qué Trisha está siendo tratada de esta manera? Si la liberaran, no habría necesidad de involucrarme".
Tras exhalar una larga calada de humo, Ella hizo una pausa antes de hablar.
"Deberías saber algunas cosas sobre Trisha si vais a vivir juntos. Para empezar, Trisha no está totalmente afiliada a Eternia. Es mitad nuestra, mitad de otro lugar. Intentamos darle tanta libertad como pudimos, pero eso tiene un límite. Tenlo en cuenta".
Ella recordó lo que se había mencionado de pasada cuando habló de la inscripción de Azelis.
Insatisfacción crónica, rebeldía, comportamiento peligroso y errático si no se le ponía freno: ésa era la valoración general que la Orden hacía de Azelis.
El casi confinamiento era algo que la Orden deseaba fervientemente. Llegaron a querer una presencia militar permanente de la Orden estacionada en Eternia e incluso querían admitir a la guardia personal de la Orden bajo la apariencia de estudiantes para vigilar y proteger a Azelis las veinticuatro horas del día.
Sin embargo, el asunto se zanjó gracias al extremo desagrado de Azelis y su exhibición de morderse la lengua como actuación suicida.
"¿Es una especie de princesa?".
"Más que eso".
"...no puedo imaginármelo".
"Acéptalo".
Toda una disección de princesas no cambiaría eso. Azelis tenía tanto valor.
A lo largo de la historia de Eternia, la directiva principal de Plantera siempre había sido "Proteger a Eternia", y nunca había flaqueado.
Sin embargo, con la llegada de Azelis, la firme primera directiva cambió.
Proteger a Azelis, incluso si Eternia cayera'.
Y ni un alma se opuso a tal cambio.
La actual Santa Florencia era demasiado frágil para prestar fuerza al norte.
Azelis, que seguiría sus pasos, era diferente. Ella tenía el potencial para acabar con las tragedias diarias en los frentes del norte y cambiar el destino de todo el continente.
Azelis se esforzaba con todas sus fuerzas por escapar del control de la Orden. Habiendo demostrado ya que elegiría la muerte antes que soportar ataduras motivadas por la protección, presionarla aún más para que tuviera paciencia sólo sería perjudicial.
Un destello de emoción pasó por los ojos de Damian. Era difícil adivinar lo que sentía. Como siempre, era un chico con expresiones faciales mínimas.
Ella decidió ocultarle a Damian los detalles de la mordedura de lengua de Azelis. No era bueno empezar una relación con ideas preconcebidas.
Cuando Damian guardó silencio, Ella preguntó,
"¿Algo más por lo que tengas curiosidad?"
"No."
"Muy bien, lo dejaremos aquí por ahora. Si tienes alguna pregunta, ven a buscarme a la biblioteca".
***
Silveryn estaba sentada en el borde de la fuente bajo el resplandor del atardecer.
A su lado estaba nuestro carruaje rodeado de caballeros vestidos con armaduras doradas.
Cuando me acerqué a Silveryn, me acarició el pelo con ternura y me habló con afecto.
"¿Qué tal? ¿Es habitable el lugar?"