mystical time | aaron hotchner

03.

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❝ I tell myself you don't mean a thing
And what we got, got no hold on me ❞

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- ¡Mierda!

Marc corrió al escuchar aquella exclamación salir de la boca de su compañera, encontrándose con una muy roja Charlotte, en pijamas, agarrándose a su pie derecho mientras maldecía.

- ¡Ja,ja,ja,ja! - rompió en risas al verla, y ahora, las maldiciones - ¡Pensé que algo te había pasado, idiota!

- Algo me pasó - señaló ella mientras tomaba aquella caja de mudanza llena de sus libros y las movía hasta la biblioteca - Me di el dedo contra la caja.

- Eso por andar descalza en la casa - señaló el hombre a sus pies desnudos - ¿Cuántas veces te he dicho que no tienes que estar descalza por la casa?

- Y todas esas veces te respondo que no eres mi padre, Marcus - habló ella mientras sacaba aquellos libros y los acomodaba - No me digas que hacer.

- Dios desde que volvimos a Quantico estás más amargada qué nunca - se quejó el castaño, suspirando - ¿Segura que estas bien?

- ¿Por qué iba a estar mal?

- Porque desde que volviste a ver a Aaron Hotchner has estado más deprimida qué nunca antes -habló Marcus, y como ella lo estaba ignorando, este tomó el libro que estaba por guardar, y se puso frente a ella - ¿Cuándo vamos a hablar de eso?

- No hay nada de qué hablar, Marc - negó ella, suspirando - Él y yo nos separamos hace años, él rehizo su vida, tiene un hijo, una mujer, y yo tengo mi vida adulta hecha.

- Se iban a casar, Charlotte... - habló él, con cuidado al manejar aquella información - No es como si fuera algo pasajero, ustedes tienen historia y es entendible que las cosas se removieron.

- Hice mi decisión hace años y no me arrepiento de ello - negó ella, aunque Marc, lo dudaba - No estábamos listos para un paso tan grande.

- ¿Segura?

- Yo no estaba lista, y por eso puse un alto al compromiso - reconoció, con un nudo en su garganta - Y el no supo aceptarlo... No puedo vivir en ese pasado.

- No, pero te puede seguir doliendo - habló su compañero, y ella asintió - Sería perfectamente normal...

- No se si me duele - dudó ella, y ambos fueron hasta el comedor de la nueva casa para sentarse a hablar - Me duele sus tratos conmigo, es como si me odiara ahora...

- No creo que te odie - negó su castaño compañero - Creo que justamente es a él quien le duele verte después de tanto tiempo.

- No lo creo, creo que le duele volverte a verte luego de mucho tiempo porque le duele recordar lo que pasó entre ustedes - Marcus estaba siendo su terapeuta personal estos últimos días, y estaba segura de que sin el ella ya habría perdido la cabeza en el primer día - Pero dale tiempo, seguro mejorará sus tratos para contigo.

- Supongo...

- Ey ¿Por qué no vamos a desayunar? - propuso el hombre castaño - Ayer fui a una cafetería que tiene unos sándwiches riquísimos y estoy seguro de que te encantará.

- ¿No ibas a ir por Kevin hoy? - preguntó ella.

- Elizabeth me avisó qué está enfermo - se lamentó él, pensando en su pobre niño - Iré a visitarlo después del medio día, me pidió si podía dejarlo en su casa hoy, para que descanse.