11.

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Screaming and fighting and kissing in the rain...

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- ¿Entonces...

Charlotte solo suspiró mientras se dejaba caer entre esas sábanas, sabiendo que la había cagado.
El moreno con quien compartía aquella cama solo pudo reír, y ella solo pudo pensar en que si la voz de Derek Morgan era de por sí profunda, en la mañanas lo era diez veces más, y no sabía decir si eso le gustaba o la enojaba (porque le gustaba).

- No tengo cabeza para pensar en que la estoy cagando ahora, Derek - negó ella cubriéndose el rostro, cerciorándose de que su desnudez debajo de las sábanas no se viera aunque el moreno ya la había visto de pies a cabeza. - Así que por favor...

- Oh, vamos, Harlow. - molesto el, que estaba de un muy buen humor - Somos dos adultos solteros que tuvieron sexo después de una cita, no es pata tanto.

- Si es - negó ella, chillando como adolescente mientras se sentaba a mirarlo, con ambas manos sosteniendo aquella sábana contra su pecho, y retando mentalmente a sus ojos cuando se distraían con el torso desnudo de su compañero de equipo - Las relaciones en el trabajo están prohibidas y creo que con lo que hicimos anoche queda más que claro que acabamos de romper esa regla con creces.

- ¿Sí sabes que todo el mundo rompe esa regla, verdad? - preguntó el moreno, buscando con sus manos su cuerpo mientras esté, dócil, se dejó guiar hasta que quedó acostada contra ese torso que tan celosamente estaba viendo - ¿Y qué si sabemos mantenerlo bien podemos en verdad divertirnos con esto?

- No se si estoy para divertirme, Derek - dudó ella. - Además ¿No eras de esos partidarios de una sola noche?

El moreno se encogió de hombros - Por ti puedo hacer una excepción.

- Derek...

- ¿Por qué no vas a tomar un baño mientras te preparo el desayuno y lo piensas? - preguntó él, en un afán de convencerla. Dudativa, Charlotte terminó por asentir, y después de asegurarse de que el no quedaría expuesto, tomó aquellas sábanas (porque no tenía idea de dónde había quedado su ropa) y fue en dirección al baño - Estaré abajo, te deje en el baño una muda con mi ropa porque la tuya la puse en la lavadora.

- No tenías que - negó agradecida. Cerró rápidamente sus ojos cuando lo observó levantarse, y solo pudo escuchar la risa de Derek y como la tela se escuchaba - Listo, nena, puedes mirar.

- No me digas nena. - negó abriendo sus ojos.

Se sorprendió al verlo tan cerca de ella.

- Anoche no decías lo mismo - se burló él a lo que la rubia rodó los ojos - ¿Quién diría que a la sargento Harlow le gustaría tanto dominar en la cama?

- ¡Derek Morgan!

El moreno salió corriendo cuando ella tomó una almohada y comenzó a correrlo para espantarlo.
Solo cuando estuvo fuera de la habitación, Charlotte pudo cerrar esta y suspirar mientras se recargaba en la puerta.

mystical time | aaron hotchnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora