XX El Pacto de las Casas

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Narrador omniscienteLa dos voces de los hermanos Black se escuchaba por toda la guarida, llevaban ahí casi 2 horas discutiendo términos y condiciones sobre un tema importante

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Narrador omnisciente
La dos voces de los hermanos Black se escuchaba por toda la guarida, llevaban ahí casi 2 horas discutiendo términos y condiciones sobre un tema importante.

—Sirius Orion Black, tienes que ir —exclamo un muy enojado Regulus.

—¡Lo se! Pero no quiero verles la cara —la respuesta de su hermano le causó un sentimiento de compasión.

—Solo es una inaguración vas, luces como un Black de verdad y se terminó —no iba a obligar a su hermano a ir, internamente agradecía la presencia de el en aquella reunión pero no le gustaba demostrarlo.

El silencio de Sirius se hizo presente pues era obvio que él no quería asistir a aquel evento, pero también se debatía mentalmente sobrela propuesta que tenía para Regulus, ¿sería bueno decirle ahora?

—Reggie...

—Dime, Sirius —respondió rodando los ojos con fastidio por el apodo.

—¿Te gustaría huir conmigo? —al ver el rostro de sorpresa de su hermano supo que no debía soltar aquella pregunta como si nada.

—Sabes que no es sencillo, además mamá y papá nos encontrarían fácil, saben que te fuiste con James —dijo intentando comprender en su pequeña cabecita si su hermano tenía cerebro o si acaso estaba defectuoso.

—No nos quedaríamos con James, hay...otro lugar y te prometo que ellos no nos encontrarán, estaremos bien —aseguró el mayor con un intento de sonrisa.

—Es muy apresurado Sirius, solo... —suspiró —Solo centremonos en este evento y después hablamos —el menor se fue de aquella habitación donde se encontraban pues los dos hermanos habían ido a hablar a sola unos momentos en la guarida, habían atravesado la compuerta del librero y entrado a aquella acogedora habitación donde habían discutido de forma muy aniñada, algo normal en su relación.

Sirius había aceptado ir a la inaguración de los Lestrange como símbolo de paz entre él y su madre -aunque solo él lo veía así- quizas ganándose más tiempo para poder convencer a su hermano de irse con él, la propuesta de Severus le estuvo rodando por la cabeza y sabía que sus padres no se atreverían a acercarse al mundo muggle, además contaba con el apoyo de los Potter, los Pettigrew y los Lupin, así que se encontraba muy seguro de lo que haría a futuro.

—¿Hay alguien? —se escucho la voz tersa y pulcra de Severus en la entrada de la guarida, decidió dejar de torturar a su cabello e ir a donde el Slytherin, por lo que se levanto de la orilla de su cama y se dispuso a salir de la habitación, siendo sincero le faltaba remodelación a aquella sala.

Cuando salió por el librero le mostró una sonrisa algo decaída al Slytherin.

—Me imagino que ciertamente no estás de humor hoy —adivinó soltando aquello con claro motivo de burla.

—Tengo que ir a una reunión de sangre puras... —dijó soltando una carcajada sarcástica. —Claramente no estoy bien —se dejó caer en uno de los cojines en el centro de aquella sala.

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