XIII Rescate

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Narrador omnisciente

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Narrador omnisciente

Mientras James y Remus avanzan por el oscuro pasillo, sienten el peso de la incertidumbre apretando sus corazones como garras frías. Cada paso parece resonar en el silencio cavernoso, como un eco de su propia indecisión. Remus, con la mirada perdida en la penumbra del camino, lucha por mantener viva la llama de la esperanza en medio de la oscuridad abrumadora.

—Remus, ¿realmente deberíamos confiar en ellos? —pregunta James, su voz apenas un susurro en el aire cargado de tensión.

El castaño aprieta los labios, su mente girando en un torbellino de dudas y temores. ¿Cómo podrían arriesgarlo todo confiando en sus antiguos rivales? Sin embargo, una parte de él anhela creer en la posibilidad de que Lucius y los demás estén realmente dispuestos a ayudar.

—No lo sé, Prongs. Pero si hay una oportunidad de salir de esta cueva con vida, tenemos que tomarla —responde Remus, tratando de mantener la determinación en su voz a pesar del nudo de ansiedad en su estómago.

Siguen avanzando, cada paso una batalla contra la oscuridad que amenaza con consumirlos. El eco de sus propios pasos les recuerda la fragilidad de su situación, como si el abismo mismo estuviera esperando para devorarlos si dan un paso en falso.

En medio de la penumbra, una luz tenue brilla en la distancia, iluminando el final del pasillo con una promesa de esperanza. Los dos Merodeadores intercambian miradas cargadas de determinación, sabiendo que el desafío que enfrentan está lejos de terminar. Pero mientras el resplandor de la esperanza guíe su camino, están dispuestos a enfrentar cualquier obstáculo que se interponga en su camino hacia la libertad.

—Esta prueba se ve incluso más sencilla que el puente— las palabras de James parecieron tener peso en aquella gran habitación donde en el centro se encontraba aquella piedra color amatista encerrada, brillaba de forma constante y cautivó la atención de los únicos dos Gryffindors en la sala. —La tomamos y vamos por esa puerta— y justo cuando el de cabellos marrón se impulsa a dar un paso es detenido por un brazo que lo sostiene.

—Mira el suelo, Jamie— el susurro analítico del castaño más claro hace que tome conciencia sobre el suelo que estaba a punto de pisar. Este estaba dividido en cuadrados lo suficientemente grandes como para poder pararse sobre uno de ellos, pero cada uno tenía un dibujo tallado. Había 6 figuras diferentes por todo el piso, y se repetían de forma constante.

Una bella serpiente enroscada en una rosa, un caracol con su caparazón decorado, un zorro sentado con expresión arrogante mostrándose imponente, un cuervo dejando caer sus plumas, un alacrán con un brillo en su aguijón y una araña trepando una superficie extraña. Todos esos dibujos les causaron cierto asombro y sobre todo curiosidad. ¿Qué tendrían de especial aquellos símbolos?

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