Capitulo 12

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Pistas en la Penumbra

El amanecer despejado contrastaba fuertemente con la tormentosa noche anterior. Caín se despertó con una sensación de urgencia, impulsado por la revelación de su reunión con Victor Duval. La mansión del empresario había dejado una impresión indeleble en él, y estaba convencido de que algo significativo se escondía allí. Sabía que debía actuar rápido.

Al llegar a su oficina, Mei ya lo esperaba con una expresión decidida. Había pasado la mañana revisando los registros de la mansión de Duval, y su investigación había revelado un detalle crucial.

—Detective Caín, los registros indican que la biblioteca de la mansión de Duval es extremadamente segura. No es accesible para la mayoría del personal —informó Mei—. Creemos que podría haber algo importante allí.

Caín asintió con seriedad. La biblioteca había sido mencionada en los informes, pero nunca con detalles precisos. La información filtrada sugería que Duval la utilizaba como un santuario para actividades secretas.

—Necesitamos infiltrarnos en esa biblioteca. ¿Tienes un plan? —preguntó Caín.

Mei asintió y sacó un conjunto de documentos y herramientas de su bolso.

—Sí, descubrí que hay una limpieza nocturna en la biblioteca cuando no hay visitas. Podríamos aprovechar esto para entrar. He preparado un disfraz de técnico de mantenimiento y una herramienta de acceso. Solo necesitamos la distracción adecuada.

El plan estaba en marcha. Caín y Mei se dirigieron hacia la mansión de Duval en la tarde, cuando la actividad de la mansión disminuía. Mei se cambió al disfraz de técnico de mantenimiento, y Caín asumió el papel de su asistente. La distracción consistiría en una llamada falsa sobre un fallo en el sistema eléctrico, una táctica que Mei había ideado para desviar la atención del personal.

Al llegar a la mansión, Mei realizó la llamada de emergencia, informando al mayordomo sobre el problema. Mientras tanto, Caín se movió discretamente hacia la parte trasera de la mansión, donde estaba ubicada la biblioteca.

La llamada de Mei logró captar la atención del mayordomo, quien condujo al personal de mantenimiento a la biblioteca para abordar el "problema". Aprovechando la distracción, Caín entró en la mansión por la parte trasera y se dirigió hacia la biblioteca. Con una herramienta de acceso, logró abrir la puerta desde el interior sin dejar rastro.

Una vez dentro, Caín se quedó asombrado por la majestuosidad de la biblioteca. Las estanterías llenas de libros antiguos y documentos valiosos creaban un ambiente de misterio e intriga. Con cuidado, comenzó a examinar los estantes y los cajones de los escritorios en busca de información relevante.

Entre los documentos que encontró en el escritorio de Duval, Caín descubrió un libro de cuentas que parecía fuera de lugar. Al abrirlo, encontró una serie de anotaciones codificadas y nombres encriptados. Algunos de estos nombres coincidían con personas influyentes relacionadas tanto con el caso antiguo como con las investigaciones actuales.

Además, Caín encontró correspondencias y notas detallando reuniones secretas y actividades sospechosas. Los documentos sugerían que Duval estaba involucrado en una red de corrupción y chantaje que se extendía mucho más allá de lo imaginado.

De repente, Caín escuchó pasos acercándose. La distracción estaba a punto de terminar, y el personal estaba regresando. Rápidamente guardó el libro y los documentos en una carpeta y preparó su salida. Mientras lo hacía, notó un pequeño compartimiento secreto en la pared. Lo abrió con cuidado y encontró una caja de seguridad oculta. Dentro, había varios documentos adicionales y una foto de lo que parecía una reunión privada de La Sociedad del Tiempo.

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