The summer of love

3.

Bella

Es el día siguiente de la barbacoa, teníamos pensado ir a coger olas, pero nos quedamos hasta muy tarde y hoy estábamos agotados, bueno, todos menos Sarah y Noah que se fueron antes. Estamos en Koala café al igual que todas las mañanas.

—¿Entonces llegaste bien a casa Sarah?—Pregunto con la intención de saber que pasó entre ellos anoche, me sorprende que no se enfadara luego conmigo por la encerrona.

—Si, perfectamente.— Responde de forma breve.

¿Y ya está?, ¿eso era todo lo que iba a contar? Odio que me dejen con el chisme a medias, si vas a contar algo, lo cuentas bien.

—¿Te lo pasaste bien anoche?

—Si.— Me contesta escuetamente mientras le da un largo sorbo a su smoothie de fresa.

Venga ya, ¿estábamos en un concurso de monosílabos o qué? Ni que tuviese que pagar por cada palabra que pronunciase.

—Creo que lo que Bella trata de preguntar y todos nos morimos por saber es, ¿qué tal te fue con Noah?, ¿acaso lo mataste y es por eso que no está aquí?— Interviene Alex mientras lo asesino con la mirada por haberse cargado mi plan de preguntar sutilmente.

—Oh pues...— Empieza a contar finalmente Sarah.

Pero no puede seguir hablando porque justo en ese momento tenía que entrar Noah por la puerta y aproximarse a nuestra mesa, como no.

—Buenos días gente.—Saluda alegremente—.¿Qué planes tenemos para hoy?

—Pensábamos ir de excursión al cabo Byron, llevar unos bocadillos y comer por allí.— Le explica Sarah dulcemente, ¿es esta la misma chica que discutió con él anoche y dijo que no creía que pudieran ser amigos?

—¿Qué es eso?— Pregunta incrédulo, al no ser de aquí, no tiene ni idea.

—Es el punto más oriental de toda Australia, allí se encuentra el primer faro del país, además de varios senderos y zonas desde las que se pueden ver ballenas cuando migran entre los meses de mayo a noviembre.— Explica mi hermano, el friki de la historia, ilusionado por poder demostrar todo lo que sabe.

—Suena bastante guay, ¿puedo apuntarme?

—Claro tío, ya eres prácticamente uno de nosotros. —Contesta Alex emocionado ya que, al contrario que su hermana, se llevó bien con Noah desde el principio.

—Genial.— Dice Noah mientras se sienta junto a Sarah

Hablamos de la excursión, de lo que va a llevar cada uno, la historia de la zona y de que es posible que veamos ballenas.

Un par de horas más tarde ya estamos todos en la entrada al sendero. Ethan y Alex llevan una gran mochila llena de comida cada uno que nos han preparado los padres de los mellizos, Noah lleva agua para todos y Sarah y yo llevamos las cosas de la playa por si nos damos un baño luego.

—Venga, ¿vamos o qué ?— Dice emocionado Alex mientras empieza a correr—. El último en llegar tiene que cargar las mochilas de todos a la vuelta.

—Serás tramposo.— Grita su hermana entre risas corriendo detrás de él.

Empezamos todos a correr con todas nuestras fuerzas, pero, a los cinco minutos ya estamos agotados, tratando de recuperar el aire y bebiéndonos media botella de agua cada uno.

—Definitivamente esto de ir de excursión no es lo nuestro.— Dije tratando de recuperar la respiración.

—Nos sacas de las olas y ya estamos como pez fuera del agua.— Sigue Alex.